El Brexit ecológico anunciado por Donald Trump ha puesto a la comunidad internacional en un situación difícil, pues por una parte los esfuerzos globales para revertir los efectos del cambio climático prácticamente vuelven a su punto original de escaso avance y, por otro, no se cuenta con un mecanismo para presionar a Estados Unidos; uno de los países más contaminantes del planeta, después de China. En entrevista con Siempre!, la directora para América Latina de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, Birgit Lamm, afirmó que la decisión de Trump no es más que un proteccionismo económico que deja a un lado la visión global de un planeta con tecnologías más limpias. Asimismo, señaló que tanto la retirada del Acuerdo de París de Washington como el Brexit político de Londres, obligarán a la Unión Europea a replantear los esquemas de la integración europea con un resultado que podría ser todavía mejor que antes.

Tras la salida de Estados Unidos, del Acuerdo de París, ¿qué repercusiones políticas tendrá esto para el mundo?

La salida del Acuerdo de París es un compromiso más que Donald Trump selló con sus votantes. Los estadounidenses tradicionalmente han mostrado poco entusiasmo en temas relacionados con la protección del medio ambiente, están más bien enfocados en proteger su economía. Esta postura frente a mecanismos internacionales de protección al medio ambiente (como el Protocolo de Kyoto, el proceso de Rio+20, etc.) ha sido durante mucho tiempo objeto de preocupación para los ambientalistas y, por lo tanto, no sorprende. No obstante, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París representa -aún antes de la renegociación del TLCAN- un gesto importante del gobierno del presidente Trump, al cuestionar consensos internacionales claramente establecidos.

¿Qué impacto tendrá la ausencia de Estados Unidos en el Acuerdo de París a nivel tecnológico, pues la Unión Europea ha sido el bloque más avanzado en generación de energías alternativas?

Estados Unidos nunca ha estado a la vanguardia en tecnología ambiental. Este impulso se generó en Europa y para ser precisos, en Alemania, incluso antes de que la Unión Americana se sumara a los esfuerzos encaminados para proteger el medio ambiente. Los europeos y asiáticos están fortaleciendo su capacidad innovadora en tecnologías ambientales. La salida de estos acuerdos internacionales resultará más perjudicial para Estados Unidos, ya que el permitir a sus empresas generar más contaminantes significará para estas costos altos al perder clientes internacionales que se rigen con estándares más altos.

La canciller Angela Merkel ha señalado que ya no se puede contar con Estados Unidos ni con Reino Unido como aliados, ¿estamos viendo algún cambio en el concepto de las alianzas?

 La gira de Donald Trump por Medio Oriente y Europa dejó entre sus aliados impresiones mixtas. Sobre todo luego de la cumbre del G7 permanecen muchas preguntas abiertas, porque los jefes de estado no lograron emitir un comunicado de clausura en conjunto con Donald Trump que mostrara al menos un consenso mínimo –lo cual es un hecho histórico. Esto marca un cambio de paradigma a nivel  internacional que obliga a los europeos a salir de su zona de confort y a asumir mayores responsabilidades internacionales, según expresó la canciller alemana. Sin embargo esto también podría considerarse positivo, ya que podría significar el inicio de un nuevo proyecto europeo.

¿Habrá algún acercamiento mayor con Rusia?

La Unión Europea ve a Rusia con cierta reserva. La reciente anexión de Crimea, los actos autoritarios de Putin, el asesinato de políticos opositores como Boris Nemzov o de periodistas críticos, son hechos que no se olvidan. Por ello un acercamiento a Rusia parece una opción poco probable.