Los conservadores retroceden en escaños, lo que propicia un Parlamento ‘colgado’ con el brexit en el horizonte.

El arreón de las dos últimas semanas ha sido insuficiente para que Jeremy Corbyn haya podido darle la vuelta a las encuestas y finalmente será Theresa May la que revalide el cargo de primera ministra y se mantenga en Downing Street durante la próxima legislatura, la del brexit.

Según los primeros sondeos una vez cerrados todos los colegios electorales, la candidata conservadora se habría impuesto a su rival laborista por un margen de entre 7 y 10 puntos. La tradicional lentitud en el proceso de recuento de votos en las elecciones británicas hace que este resultado no sea oficial hasta bien entrada la madrugada en España, aunque todos los grandes diarios de las islas dan por hecha la victoria de May.

La jornada ha transcurrido con tranquilidad y sin incidentes reseñables a pesar del miedo imperante a un nuevo atentado tras los ataques terroristas del pasado sábado en la zona del Puente de Londres, los terceros en apenas tres meses en Reino Unido.

Sin embargo, la normalidad y las excepcionales medidas de seguridad han imperado en todo el país y no se han registrado situaciones anormales en ninguno de los 40.000 colegios habilitados para acoger a los 46,9 millones de votantes llamados a las urnas.

En lo que a los resultados se refiere, May, que hasta hace un mes contaba con más de 20 puntos de diferencia en lo que los medios calificaban de una distancia “insalvable”, ha logrado salvar el tipo en las últimas 72 horas, justo cuando su gran rival en estas elecciones más achuchaba e incluso pedía su dimisión inmediata por su gestión al frente del Ministerio del Interior con David Cameron por haber recortado a la Policía tanto en presupuesto como en efectivos. Todo esto tras una muy criticada campaña por parte de los ‘tories’ en la que May incluso llegó a darse de baja de un debate televisado en confiada por su margen en las encuestas.

Sin embargo, los británicos confían en la primera ministra las negociaciones con Bruselas para definir las condiciones del brexit, unas conversaciones que se antojan muy duras en lo tocante al cheque de salida, a los derechos comerciales y a los aspectos soberanistas, como es el caso de Gibraltar.

May ha logrado cimentar su victoria este jueves sobre todo en el sur del país y en diversos sectores clave, como son el voto rural, las mujeres y el gran avance que ha obtenido en Escocia, donde su partido podría haber arrebatado hasta 12 escaños a los independentistas de Nicola Sturgeon.

Queda por ver con qué cantidad de parlamentarios contará May durante la próxima legislatura, un dato esencial para saber si contará con suficiente respaldo en sendas cámaras para poder adoptar decisiones complicadas, sobre todo en lo que se refiere a respaldar su postura en la mesa de negociación del brexit y a las reformas sanitaria y laboral, dos de los puntos calientes de los próximos meses en la agenda de la primera ministra.

Hasta ahora, May contaba con 330 de los 650 parlamentarios, una exigua mayoría muy condicionada por los 220 escaños en manos de los laboristas y el importante peso estratégico con el que han contado los parlamentarios escoceses durante la pasada legislatura.

Según las estimaciones, en este frente los ‘tories’ sufrirían un duro varapalo, pues perderían hasta 16 asientos hasta los 314, a 12 de lograr la mayoría, mientras que los laboristas suman 266, 37 menos que hasta ahora. Por su parte, los nacionalistas escoceses se harían con 34 asientos, los liberaldemócratas obtendrían 14 escaños, dos los regionalistas galeses, 18 los norirlandeses y uno para los verdes. Uno de los grandes derrotados de la noche habría sido el UKIP, el partido racista y eurófobo de Paul Nuttall, que se quedaría sin representación.

De confirmarse estos datos a lo largo de la madrugada, de estas elecciones adelantadas surgiría un “Hung parliament”, un Parlamento ‘colgado’ sin ninguna fuerza política en mayoría, algo muy poco habitual en Reino Unido.