México goza del privilegio de ser el país más violento del mundo, sólo Siria lo supera. La apreciación por supuesto viene de alguien que ha fustigado a este país desde su nacimiento en la política: Donald Trump. La prensa internacional afirmó que con esta situación, el magnate inmobiliario retomó la idea de levantar el muro. En realidad esa es una idea que nunca la apartará de su mente y que siempre la justificará como una promesa de campaña.

En un mensaje emitido en redes sociales, Trump destacó que su vecino del sur está abrumado por el tráfico de drogas, situación que lo ha convertido en un nicho de violencia semejante a Siria y Afganistán, donde las tropas estadounidenses han librado años de guerra, sin aparentemente haber logrado sus objetivos, que son los de inocular a los grupos extremistas que operan en esas regiones.

“México fue clasificado como el segundo país más letal del mundo, después de Siria. El tráfico de drogas es en gran parte la causa. ¡CONSTRUIREMOS EL MURO!”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.

Esta vez por lo menos se apoyó en datos provenientes del International Institute for Strategic Studies, Armed Conflict Survey 2017, pero desde su victoria y la del Brexit, los medios de comunicación ya no confían mucho en las perspectivas que surgen de estas investigaciones. Expertos internacionalistas tienen la idea de que la industria de la predicción mediática sólo se basa en el esquema: “págame y te diré que tú ganarás”.

Por otra parte, sale a la luz nuevamente el carácter irascible de un mandatario que pone en conflicto a su gobierno y a su propio equipo gubernamental, que muchas veces tiene que cuidarlo de él mismo. La misma Casa Blanca salió hoy al paso calificando “el anuncio como simplemente una idea”. En palabras de la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo: “Creo que es algo que él está considerando”, dijo en un aparente intento por arreglar lo que podría ser una nueva agresión poco meditada contra México, al que no ha parado de señalar como el origen de los males del pueblo estadounidense.

Llama también la atención la respuesta que México dio al comentario de Trump: “Aunque México tiene un problema significativo de violencia, México no es el segundo país más violento del mundo. De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas de 2014 (el reporte internacional más reciente), México está lejos de ser uno de los países más violentos”, indicó en un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Agregó que países como Honduras, Venezuela, Belice, Colombia y Brasil tienen tasas de homicidios superiores a las de México, según un reporte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Hace unos días, la embajada de Estados Unidos en México dio a conocer un comunicado de prensa en el que el secretario de Estado adjunto John Sullivan afirmó que “el gobierno del presidente Trump reconoce la enorme importancia de nuestros vecinos en las Américas en la construcción de prosperidad a largo plazo para Estados Unidos. El gobierno del presidente Trump está comprometido a trabajar con nuestros socios en las Américas para derrotar a las organizaciones criminales transnacionales, mantener a nuestros países libres de drogas y poner fin a la violencia, la venta de armas ilegales y la trata de personas que son subproductos letales del narcotráfico. Sabemos que en Estados Unidos tenemos nuestro propio trabajo para reducir la demanda, pero pedimos a los países del Hemisferio Occidental que ejerzan rápidamente nueva presión en los cárteles de la droga y asuman nuevos compromisos para vencerlos”.

Sólo para que lo sepan: La ex secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, descartó que con un muro se logre reducir de manera sustancial el tráfico de drogas y de personas de México a su país. Pero sí destacó que una situación así sólo pone en conflicto la cooperación bilateral en materia de seguridad y combate al narcotráfico.