“Creo en el arte literario. Confío en que no debemos olvidarlo y la mejor receta para recuperarlo es regresar a la ilusión de encontrar nueva literatura, releer a los clásicos, tanto los distantes griegos como los cercanos mexicanos, y leer con sorpresa a los nuevos autores”, expresó en su autobiografía, el notable poeta experimentador de la literatura mexicana de la segunda mitad del siglo XX, Raúl Renán, quien falleció el día de hoy a sus 89 años, en la Ciudad de México.
El impulsor de la poesía mexicana, nació el 2 de febrero de 1928, en Mérida, Yucatán. Desde pequeño conoció las letras y su organización en palabras bajo un método arbitrario: retomaba las letras por su figura y sonido, y con la combinación de éstos “hacia las palabras”.
“Escogí la palabra alabanza que se convirtió en aznabala. De manera que empecé a conocer el idioma arbitrariamente, donde lo indicaba mi curiosidad. Y como alabanza, según la definición, era un conjunto de términos que hablaban bien de las cosas, me acostumbré a alabar la vida y sus defectos”, escribía el autor de Los urbanos, en aquella autobiografía en 2013 para la Revista Crítica.
El también editor, estudió Letras en la UNAM, en donde realizó estudios de Arte Dramático e impartió cátedra. Coordinó talleres literarios en el INBA, la UNAM y en la Universidad Iberoamericana. Tal actividad, la inicio a finales de los setenta, a partir de la invitación del escritor Gustavo Sáinz, para iniciar en México los talleres de poesía auspiciados por dicha institución. Fue entonces cuando las publicaciones La máquina eléctrica y Voces verdes, las cuales sirvieron de escaparate para los jóvenes escritores, empezaron hacerse de gran reconocimiento.
Sus esfuerzos editoriales abarcan también soportes no convencionales, tales como la editorial De Papeles y la colección Fósforos; con esta última la idea fue difundir la poesía mediante cajas de cerillos.
En el 2004 participó en la lectura ininterrumpida de “Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez”, en Presencia de Colombia en México, en la Sala Manuel M Ponce, Palacio de Bellas Artes.
En 2008 recibió un homenaje con motivo de sus 80 años y su pasión a la palabra y experimentación poética. En esa ocasión, la poeta Dolores Castro lo definió como “uno de los poetas que detienen las palabras en su fluir, que las emplean como recién nacidas para obligarlas luego a saltar brillantes, flotar inteligentes e imaginativas en el río del lenguaje”.
En el 2012, recibió otro homenaje en el Palacio de Bellas Artes. En esa ocasión señaló que todos los escritores quieren resaltar la belleza del idioma español, “por eso lo seguimos trabajando sin piedad”.
Renán es autor, también de otros volúmenes, entre ellos Los niños de San Sebastián, Comparsa, Viajero en sí mismo, Henos aquí, la antología El libro de las queridas cosas y el más reciente, Rostros de ese reino.
Colaboró en Casa del Tiempo, Sacbé, Periódico de Poesía, Luvina, La Jornada Semanal, Sábado de Unomasuno, El Ángel del Reforma, La Cultura en México de la revista Siempre!, Castálida y Tierra Adentro. Recibió galardones como la Medalla Yucatán en 1987 y en 1992 el Premio Antonio Mediz Bolio, además de ser Creador Emérito desde 2011.

