Salvador Adame Pardo es el octavo periodista asesinado en lo que va del año. El día de ayer, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán informó que encontraron los restos calcinados de Adame debajo de un puente.

De acuerdo con Martín Godoy Castro, procurador del estado, los restos del periodista fueron localizados desde el pasado 14 de junio, en el lugar conocido como “Barranca del Diablo”, ubicado sobre el camino Nueva Italia-Lombardía. Godoy relató que a través de las pruebas de ADN que le practicaron al cuerpo, pudieron determinar que se trataba de Salvador.

Godoy Castro reveló que de acuerdo con declaraciones de Daniel Rubio Ruiz, detenido junto con Ignacio Rentería Andrade “El Cenizo”, líder de los Caballeros Templarios, fue como conocieron que un presunto problema personal entre Adame Pardo y otro líder criminal de nombre Feliciano Ledezma Ramírez “Chano Peña”, fue lo que originó el homicidio del periodista.

En conferencia de prensa, el procurador estatal explicó que uno de los detenidos, alias “El Cabezas” conocía a Adame, eran primos. “Es decir, la madre de “El Cabezas” se hizo cargo de la crianza de Salvador Adame desde su niñez. El detenido señaló que, al enterarse de la desaparición comenzó a buscarlo y fue así que, a través de “El Cenizo”, contacta a un presunto cabecilla de una célula delincuencial que opera en la región de Tierra Caliente, con iniciales F.L.R, a quien apodan “El Chano Peña”.

F.L.R fue quien ordenó privar de la libertad a Salvador Adame para después darle muerte y quemar su cuerpo. El posible móvil de los acontecimientos, según la declaración, fue por problemas personales entre la víctima y “El Chano Peña”, lo cual pudiera tener relación con mensajes identificados en el teléfono del comunicador, donde recibe insultos, mensajes que siguen siendo materia de investigación.

Godoy aseguró que las investigaciones continúan, falta por encontrar al “El Chano Peña” y determinar si actuó solo o acompañado.

 

 

 

 

 

 

Desde el pasado 19 de mayo, familiares de Adame denunciaron la desaparición del periodista. Un comando armado lo interceptó frente a una planta purificadora de agua y lo obligó a subir a un vehículo color negro, aseguraron testigos.

Su familia afirmó que había recibido amenazas anónimas. Además, dijeron que el gobierno estatal les pidió silencio mientras realizaban las investigaciones. Adame dirigía un canal de televisión en Nueva Italia, en la Tierra Caliente de Michoacán, región de historial violento, al amparo de los cárteles de la droga y demás grupos delictivos. De acuerdo con sus colegas de Michoacán, había dejado de cubrir temas relacionados con la violencia por temor a represalias.

Los ocho reporteros asesinados este año en el país y de los cuales ninguno ha sido resuelto son: Cecilio Pineda, asesinado en marzo, vivía en un pueblo de Guerrero; Ricardo Monluí, en una ciudad pequeña de Veracruz; Miroslava Breach en Chihuahua; Maximinio Rodríguez, en Baja California, Javier Valdez en Sinaloa; Jonathan Rodríguez en un pueblo de Jalisco, Filiberto Álvarez, locutor y periodista, asesinado a balazos en el municipio de Tlaquitenango, Morelos y Salvador Adame.

Reacciones

Tras la confirmación del homicidio de Salvador Adame, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó a las autoridades  de los tres niveles de gobierno, “a intensificar las investigaciones de manera exhaustiva” para que sin lugar a dudas se pueda esclarecer el crimen y castigar a los responsables.

La CNDH detalló que con Adame se eleva a 128 la cifra de periodistas asesinados del año 2000 a la fecha. Reveló que se tiene registro de 20 desapariciones de periodistas y 51 atentados a instalaciones de medios de comunicación.

“La CNDH considera que no hay justificación alguna para que se pretenda limitar el trabajo de las y los periodistas, que deben contar con todas las garantías que les permitan ejercer su profesión sin amenazas ni agresiones, ya que cuando se atenta contra un comunicador, tal ataque se extiende hacia la sociedad y contra la democracia”.

Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, lamentó el fallecimiento del periodista.