A lo largo de la historia, Estados Unidos en términos de seguridad ha tenido algo que se conoce como el balance democrático, que significa que las agencias como la CIA, el FBI, la DEA tienen tal capacidad de investigación y de función de inteligencia, que ellos mismos son quienes tumban a funcionarios públicos en beneficio del propio Estado.

En entrevista con Siempre!, el doctor Mario Arroyo Juárez, director de la Seguridad Ejecutiva, S. C. afirmó que Trump cometió un grave error al haber despedido al director del FBI, James Comey, quien había servido a dos presidentes. El también experto en seguridad y estrategia política señaló que esta acción fue interpretada como una herida en el interior de las instituciones, en el corazón mismo del Estado norteamericano. Esta es la entrevista que dio a este semanario vía telefónica.

La trama rusa parece ser la pesadilla de Donald Trump a un nivel que tal vez pensó que no trascendería o podría afectarle, ¿en qué situación se encuentra su gobierno en estos momentos?

Más allá de las declaraciones, en este momento lo que es más relevante son las sanciones a Rusia, que acaba de dictaminar el Congreso de Estados Unidos por la aparente intromisión en las elecciones. Para mí ese es el dato esencial. De forma tácita las instituciones, en este caso el Congreso, le está dando veracidad a la especie de que efectivamente Rusia intervino en el proceso electoral.

Eso es fundamental, todo lo demás es anecdótico. Yo creo que es una ruta que efectivamente puede consolidar la formalización de un proceso de impeachment hacia Donald Trump, aunque no es el único flanco que tiene abierto. También está el haber intentado gobernar mediante leyes ejecutivas y que se están contrapunteando también con el Poder Judicial, además de ponerse en colusión con la Constitución. Hay que recordar que dos fiscales ya presentaron una denuncia por conflicto de intereses y, en todo caso, para obligar a Donald Trump a que deje sus negocios.

Creo que el asedio que sufre Trump no es solo político, pues esto solo sería como un equilibrio de fuerzas. Los republicanos están bastante quietos, tampoco se han movido para darle su apoyo como lo hubieran hecho con cualquier otro político, es decir, lo están dejando caminar solo.

Se están intensificando los conflictos en torno legal, más allá de lo mediático y lo político, yo creo que se están generando condiciones jurídicas que sí pueden minar seriamente su presidencia.

Chivo en cristalería

Según algunos expertos, la trama rusa y sus negocios con Moscú hacen parecer a Donald Trump como un gobernante más interesado en lograr objetivos personales o corporativos que para su propia nación, ¿qué opina?

Yo creo que todo esto se salva en ocasiones cuando se tiene a un presidente o un político que parece “chivo en cristalería” y cuentas con un equipo profesional y decente que te saca de problemas. Sin embargo, la elección del gabinete que hizo y los despidos que ha tenido en todas las áreas, como el caso del asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, al mismo Comey, a quien lo despidió, muestran un claro signo de debilidad.

Otro factor que va sujeto a interpretación jurídica es cómo interpretar los mensajes de la cuenta de Twitter del presidente, porque hay dos posiciones que esencialmente van a tener valor judicial en algún momento, pero también abre una nueva etapa en la vida política pública donde no sabemos bien qué efecto tienen las declaraciones de un funcionario de Estado en sus redes sociales.

Mi conclusión es que se están abriendo los flancos no sólo políticos y mediáticos, sino los jurídicos. Está pavimentando el camino para diversos procesos, no solo uno, que eventualmente pueden orillar no tanto a Trump sino al Partido Republicano y al establishment norteamericano, es decir, los propios organismos de inteligencia.

El fantasma de la ciberguerra

Al parecer, el espectro de Rusia se extiende no solo a Estados Unidos, sino a Europa, ¿podríamos decir que todavía hay una guerra fría derivada en otro aspecto estratégico?

Hay que reconocer a Rusia que su maniobra no la hizo a través del factor bélico, de armas nucleares o al estilo de la Guerra Fría sino a través de filtrar los sistemas de inteligencia, el círculo cercano a Trump y una nueva dimensión que es la ciberguerra con lo que se busca debilitar al enemigo histórico a través del internet.

De hecho, el siguiente factor de objetivo militar geopolítico de Rusia es Alemania. Y hay factores de respuesta a esta estrategia, en Gran Bretaña, donde el brexit había ganado, ahora la primer ministro Theresa May salió debilitada. En el caso de Francia, la victoria de Emmanuel Macron dio una fuerza inusitada a Europa. Hay que recordar que Rusia, lo que ha intentado durante varias décadas, ha sido minar el poder militar de la OTAN, que a final de cuentas, es la amenaza rusa.

Si uno debilita políticamente Europa, sin acuerdos políticos y militares, entonces el más beneficiado va a ser Rusia. Efectivamente, una vez hecho su trabajo en Estados Unidos, Rusia, sigue contra Europa, interviniendo en las elecciones francesas, porque hay que recordar que también hubo acusaciones de Francia de que se estaban interviniendo correos electrónicos de todos los partidos, algo a lo que también Alemania está muy atenta.

Esto es un nuevo episodio. Obama lanzó por primera en la historia un documento estratégico para preparar a Estados Unidos para la ciberguerra porque sabemos que ahora las guerras se van a trasladar no sólo en el terreno espacial, aéreo marítimo y terrestre, sino en el ciberespacio.

Rompiendo el código de honor

En la comparecencia de Jeff Sessions se vio más cómo que trataba de protegerse, en lugar de respaldar a Donald Trump, ¿cuál es su opinión al respecto?

Cuando vi la comparecencia, recordé otras anteriores de titulares a agencias de inteligencia. Ellos tienen una política de no responsabilizar a nadie. En esta comparecencia se rompió este acuerdo. Ningún funcionario de Estado solía ni incriminarse a sí mismo ni a su institución y mucho menos a sus superiores jerárquicos y en lo absoluto al presidente de Estados Unidos. En esta ocasión, fue tal el acoso que finalmente se rompió ese pacto, algo que te habla de las fisuras y de la debilidad que existe en este momento en el interior de los cuerpos institucionales y de las agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos.

Fue bastante sintomático, fue una ruptura de esa tradición que, cuando se comparece ante el Senado, queda de no saber nada y no responsabilizar a nadie de nada. Eso fue bastante histórico también.