Fortalecer nuestra democracia implica combatir prácticas que la vulneran.
La violencia política de género ha quedado inscrita como causal de nulidad en los procesos electorales y de participación ciudadana en la Constitución de la Ciudad de México, lo que brindará certeza y seguridad a la participación política de las mujeres.
Para las mujeres significa un importante avance el reconocimiento e incorporación de este grave fenómeno social en la Constitución de la Ciudad de México. Su inclusión en este innovador texto normativo expresa el compromiso por asegurar un ejercicio igualitario de los derechos político electorales para los ciudadanos de esta gran ciudad.
Como senadora, fui la primera en poner sobre la mesa del debate público y legislativo este asunto, ya que desde 2012 presenté la primera iniciativa para incorporar este concepto en nuestro marco legal, la cual fue aprobada en el Senado y fue turnada a la Cámara de Diputados, donde no se le dio el seguimiento requerido.
Posteriormente, la reforma en materia político electoral hizo necesario replantear esta iniciativa, lo que me llevó a volver a presentarla en 2014, para lograr armonizarla con el nuevo marco legal.
Estos esfuerzos fueron acogidos por legisladores de otras fuerzas políticas, lo que permitió que en último periodo ordinario de sesiones, el pleno del Senado aprobara un dictamen presentado por las comisiones unidas para la Igualdad de Género y Estudios Legislativos, Segunda, en la que se incorporan diez diferentes iniciativas en el tema, así como los resultados de diversas sesiones de trabajo entre especialistas y representantes de los organismos públicos con responsabilidad en este asunto.
La minuta en materia de violencia política se encuentra en la Cámara de Diputados y seguirá su proceso legislativo; en caso de ser aprobada, se reformarán cinco leyes generales que buscan contener y atacar esto que constituye una amenaza a la igualdad política y a la vida democrática de México.
Como diputada constituyente, de igual forma presenté una iniciativa en esta materia.
No ha sido fácil lograr el reconocimiento de esta particular forma de violencia, por ello las diputadas que participamos en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México nos congratulamos de haber logrado, con apoyo de nuestros compañeros diputados, el reconocimiento a la violencia política de género.
De esta manera el artículo 27 relativo a la democracia representativa, en su apartado D, numeral 2, establece: “Sin perjuicio de las causales específicas que prevea la ley de la materia, será nula la elección o el proceso de participación ciudadana en el que se acredite la existencia de violencia política de género e irregularidades graves durante las diversas etapas del proceso electoral que violenten los principios previstos en esta Constitución, incluyendo … la violencia política”.
Al lograr su inclusión, dotamos de un firme soporte jurídico a la sociedad para combatir la violencia política por razones de género. Este esfuerzo se inscribe, además, en todo un marco de reconocimiento de derechos y libertades para las mujeres que ha quedado plasmado en este texto constitucional.