El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) también fue espiado por el gobierno mexicano a través del software Pegasus, revela The New York Times en su edición de hoy basado en una análisis del laboratorio canadiense Citizen Lab, el cual detalla que al menos un celular del grupo recibió menajes que buscaban tener acceso a la comunicación, pues el aparato era utilizado para tener contacto con autoridades, fuentes de investigación y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El GIEI estuvo investigando la desaparición de normalistas de Ayotzinapa en 2016, año en el que uno de los teléfonos celulares del equipo recibió mensajes con vínculos a Internet que buscaban tener acceso a la información que intercambiaba, así como los contactos e historial de llamadas.

“Si esto le puede suceder a un órgano independiente que tiene inmunidad y que fue invitado por el mismo gobierno, da miedo pensar qué le podría pasar a un ciudadano común en México”, añadió Francisco Cox, un abogado chileno miembro del GIEI.

Para James Cavallaro, comisionado de la CIDH, el tema es preocupante. “A primera vista, el caso –suponiendo la veracidad de estas afirmaciones– es suficientemente serio como para justificar la creación de una comisión internacional”, dijo.

Esto se suma a las denuncias de miembros de la oposición política mexicana, quienes también han denunciado haber sido víctimas de espionaje, lo cual ha sido respaldado por Citizen Lab, “Citizen Lab y nuestros socios estamos encontrando a personas afectadas por el programa espía de NSO prácticamente donde sea que volteamos a ver en México”, dijo John Scott-Railton, investigador del citado organismo.