Según Aristóteles, a toda acción le corresponde una reacción. En el caso de la Unión Europea, esto puede estarse concretando luego que dos movimientos internacionales como la salida del Reino Unido conocida como Brexit y el repliegue proteccionista del magnate estadounidense Donald Trump, sacudieron sus cimientos desde lo más profundo de su conformación. A 24 años de su creación, este bloque europeo había sido un gran ejemplo de política integradora global, a tal grado que se le había señalado como el proceso más importante en materia de política internacional de la actualidad.

Lo que para el Reino Unido significa retomar su autonomía al abandonar la membresía europea, para Bruselas es más bien una prueba de que la Unión Europea debe actualizarse y readaptar sus estrategias políticas, económicas y comerciales para considerar casos que si bien fueron previsibles, nunca pensaron que fueran reales. El sueño paneuropeo ha entrado en un nueva etapa, la cual debe reconsiderar la inclusión o exclusión de nuevos miembros, los compromisos reales con las crisis internacionales, replantear el papel mundial de Europa y, sobre todo, la reestructuración de las alianzas mundiales y su alcance histórico.

El presidente francés Emmanuel Macron dio un respiro al proyecto europeo, que estaba bajo presión por el Brexit y por la renuencia trumpista de cuestionar la alianza euroatlántica, dos aspectos que vinieron a replantear el juego político en la arena internacional. Se puede decir que la llegada del Caballo negro francés fue apenas una delgada línea de la política paneuropea, pues su victoria apenas si pudo sortear la fuerza de los ultranacionalistas de Marine Le Pen, e incluso de la izquierda gala representada por Jean Luc Melenchon, ambos más simpatizantes de un Francesortie o salida francesa de la Unión Europea.

Según el Dr. Bendreff Desiluss, catedrático de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, tras el Brexit y la victoria electoral de Macron, la Unión Europea se encuentra en un renacimiento que seguramente se verá fortalecido con la victoria de la canciller alemana Angela Merkel en las elecciones federales de octubre próximo. Esta es la entrevista que concedió al semanario Siempre! vía correo electrónico.

Soluciones inmediatas

¿Los retos que enfrenta la Unión Europea a casi 25 años de su formación?

El objetivo principal por el cual la Unión Europea fue creada, es el bienestar para todos sus 27 miembros. En la realidad este objetivo está muy lejos de alcanzarse. Del 100% del PIB de la Unión Europea, Alemania ocupa la primera posición con un 20%  seguido por Francia con el 17%, Italia con el 11% y España con un 7%. Bajo esta perspectiva, se puede ver con claridad la diferencia que existe entre sus miembros en cuanto a la distribución de la riqueza de la zona. Además, hay que agregar que Alemania también tiene el nivel de desempleo más bajo (4%) de la zona.

Estos datos nos indican que la Unión Europea está enfrentando grandes retos que requieren soluciones inmediatas para no ser un experimento histórico. Uno de los desafíos es cómo disminuir y, a su vez, la eliminación por completo del sentimiento nacionalista entre los países miembros, que ha ido en aumento. Hay que destacar que durante los últimos años, hemos visto la aparición de un porcentaje bastante importante de cada país reclamando un nacionalismo económico y, por ende, un nacionalismo político (Brexit es la consecuencia de estos reclamos entre otros.)

Otro desafío está relacionado con la política fiscal que fue impuesta a los países miembros con un menor desarrollo. Las políticas fiscales restrictivas impuestas a esos países les impide a implantar políticas y estrategias económicas para incrementar sus salarios y reducir al mismo tiempo la desigualdad  que existe en el seno de sus sociedades.

Una lucha constante

La UE ha sido siempre un gran promotor de la democracia y los derechos humanos, ¿este esquema entra en conflicto con la actual tendencia de repliegue que se vive ante el Brexit y el proteccionismo de Trump?

Son dos acontecimientos que pueden tener las mismas consecuencias pero que se generaron por situaciones distintas. El problema del Brexit, a mi parecer, es de carácter económico.  No hay que olvidar que Alemania es el país con el mayor porcentaje de la participación del PIB de la Unión Europea, mientras que Inglaterra siempre ocupaba el segundo o tercer lugar económicamente hablando con déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos; un estancamiento en los salarios (originado en gran medida por el flujo de la inmigración de otros países de la zona). Todo eso ha contribuido a un replanteamiento del interés nacional que fue culminado en lo que conocemos como Brexit.

En caso del proteccionismo de Trump, creo que fue un falso dilema para poder despertar el nacionalismo de un porcentaje de la población con fines electorales. Cabe mencionar que Estados Unidos es el país que más ha ganado dentro del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte).

También hay que decir que —toda acción tiene una reacción— al poner un impuesto a los productos de otros países (México o Canadá) tendría una reacción recíproca.

Sin embargo, tanto Gran Bretaña como Estados Unidos son dos países con instituciones fuertes en cuanto a la defensa de derechos humanos, pero de todos modos hay que saber que la lucha para la democracia y de los derechos humanos deben ser constantes y perpetuas.

UE, experimento histórico

La UE es considerada como el bloque de naciones más grande en la historia contemporánea, ¿cuál ha sido su influencia en el mundo?

La Unión Europea ejerce grandes influencias sobre otros bloques de integración a nivel internacional. Los desafíos y las oportunidades que la Unión está viviendo es de gran interés para todo el mundo, es el proceso de integración más avanzado que hemos conocido por eso fue y sigue siendo un experimento histórico.

Macron, un respiro para la UE

Hay expertos que consideran que la victoria de Emmanuel Macron, y la posible victoria de Angela Merkel en octubre, obligarán a replantear el esquema de expansión y el modelo de alianzas estratégicas de este bloque, ¿qué opina de esto?

Ciertamente, la victoria de Macron fue oxígeno puro no nada más para Angela Merkel sino también para continuar con la mejora y la expansión de la Unión. Hay que recordar que los adversarios de Macron tanto la extrema derecha (Le Pen) como la extrema izquierda (Jean Luc Melenchon) manifestaron abiertamente la salida de Francia en caso de una eventual victoria (por lo menos del Tratado de Maastricht). Creo que después del Brexit, con la llegada de Macron estamos viviendo un renacimiento de la Unión. Y al mismo tiempo una posible victoria de Merkel en las próximas contiendas.