Más allá de si se trata de un frente anti PRI o anti López Obrador, la idea de que se reúnan fuerzas políticas tan disímbolas como el PAN o el PRD, además de otras organizaciones incluso sociales, ofrece una oportunidad para modificar el sistema de gobierno que tenemos en el país.

El anuncio, el pasado 20 de mayo, de parte de Alejandra Barrales Magdaleno, presidenta nacional del PRD, y de Ricardo Anaya Cortés, dirigente nacional del PAN, en el sentido de que ambos institutos políticos irían por un frente opositor que incluya a la ciudadanía, ofrezca un gobierno de coalición y un proyecto para la transformación del país, fue el primer paso en esa dirección.

Más adelante, ambos partidos establecieron las bases para trabajar en ese sentido. El sol azteca a través de su Comité Ejecutivo Nacional aprobó trabajar para crear dicho frente al proponer un programa para un gobierno de coalición, un programa común y candidaturas.

El PAN, por su parte, en sesión de su Comisión Permanente determinó trabajar para buscar crear un Frente Amplio Opositor, un gobierno de coalición y un cambio de régimen, además de establecer una mesa de diálogo entre sus aspirantes presidenciales.

Así, pese a las críticas recibidas, la idea está en marcha. Ofrecemos a nuestros lectores la postura panista en relación con esta iniciativa.

Régimen agotado

Responsable de la comisión para elaborar la plataforma electoral de 2018, además de haber sido el presidente del partido que abrió la elección del dirigente nacional a la votación de su militancia, Gustavo Madero Muñoz, actual jefe del gabinete del gobierno de Chihuahua, concedió una entrevista a Siempre! en la que compartió su diagnóstico acerca del estado actual del modelo político del país, además de mostrarse partidario de la implementación del parlamentarismo en México.

Para Madero, “este modelo político está agotado porque los ciudadanos no se sienten representados, no confían en sus autoridades y en sus representantes y entonces hay una falta de respaldo popular para los legisladores y los gobernantes que surgen de las urnas, de tal manera que gana un presidente de la república o un gobernador con 35 por ciento de votación, 50 por ciento de la gente no fue a votar, esto habla de un respaldo de 17 por ciento de los ciudadanos, que es muy poco”.

En su apreciación, señaló que “México está llegando a un agotamiento del régimen, por la desconfianza, la desesperanza de la gente con el sistema político”, lo que está provocando que “la gente busque una respuesta más moderna, menos inercial de lo que hemos tenido en los últimos procesos. Esto representa un reto muy grande para los partidos políticos para que lo expresen en sus plataformas”.

Esto, continuó el exdirigente nacional del blanquiazul, también se ve reflejado en el hecho de que “estamos creciendo a una tasa mediocre, entre 1 y 2.5 por ciento, lo cual no es suficiente para un país como México, con su dinámica poblacional, con su juventud”, además de que “no hay una distribución adecuada de nuestros ingresos, este crecimiento provoca que 10 por ciento se apropie de la riqueza. La mayoría de la población se queda excluida de estos beneficios y como nacieron pobres están condenados a morir, en un 95 por ciento, en la pobreza, esto es una muestra del agotamiento del sistema político y económico”.

Lo anterior, explicó Madero Muñoz, es parte de la razón por la que el PAN se sumó a la convocatoria para formar un Frente Amplio Opositor, “no por que al PAN no le alcance para ganar la presidencia —claro que le alcanza, es el único partido que sigue ganando elecciones”—, sino porque “si el diagnóstico es que el país se encuentra con un agotamiento de régimen no basta con ganar la Presidencia de la República, necesitamos un gobierno de coalición para sacar este país adelante en un entendimiento lo más amplio y más profundo que se logre y ahí es donde se da una convocatoria del PAN de manera generosa como partido”.

Necesario un nuevo modelo

“El agotamiento del sistema político se manifiesta en la falta de mayorías estables en el Congreso, el Ejecutivo gana con un gobierno dividido y, entonces, no tiene capacidad de construir acuerdos estables de largo plazo”, consideró Gustavo Madero.

Por esto surgió la propuesta de analizar “la necesidad de refundar nuestro país desde un nuevo pacto social, en el que los mexicanos nos unifiquemos para encontrar soluciones comunes a través de un proyecto incluyente y plural”, que es la semilla de la que surge la idea del Frente Amplio.

La ruta para hacer realidad el Frente, señaló a Siempre! nuestro entrevistado, es la siguiente: “Primero hay que tratar de ver si hay consenso en el Frente Amplio, elaborar una agenda mínima y, después, el método para sacar al candidato o la candidata; esa es la ruta de aquí a octubre, que es la fecha para registrar coaliciones, y si no se da por esta vía, porque los partidos no se pueden articular, sería lamentable porque el PRI a lo que aspira es a pulverizar y dividir a la oposición y con eso tratar de ganar a la mala, porque a la buena no gana.

El PRI tiene alianzas pero no quiere que el PAN y el PRD hagan alianzas, que vayan por separado y a base de cooptaciones tratar de detener esto, lo cual no lo vamos a permitir”.

Gustavo Madero se manifestó entusiasmado con la posibilidad de que el esfuerzo que se hace por construir un Frente Opositor lleve al país a un sistema parlamentario. “No tenemos en México un régimen parlamentario y por eso estamos trabajando en esta propuesta, con el gobierno de coalición, que es una propuesta que está en el Pacto por México y que es algo que hace falta en este país”, completó.

Además, señaló que también se podría pensar en crear una nueva Constitución.

“Me encanta la idea del parlamentarismo, el país tiene 100 años con una Constitución que fue creada para un México que ha cambiado mucho, que se ha reformado mucho en más de 70 por ciento de sus contenidos originales, entonces sí vale la pena hacer un ejercicio de depuración, de actualización de la Constitución con esta óptica y quedarnos con un documento más esencial, con los acuerdos más factibles para el país y una sociedad y sobre ellos construir los próximos 100 años”.

Finalmente, apuntó que hay riesgos en los trabajos para crear el Frente. “La apuesta es que se logre, porque también hay posibilidades de que no prospere, pero hay que mantenerlo vivo y vigente porque aunque no se logrará construir, después de ganar la Presidencia de la República también se puede crear un gobierno de coalición a través de la reforma a la Constitución que se hizo en 2014”.

Fernando Dworak.

Fernando Dworak: reinventar el hilo negro

Para el analista y especialista en temas parlamentarios, Fernando Dworak, toda la discusión acerca de cambiar el régimen político se resume en la siguiente frase, “en realidad, lo que estamos viendo es que hemos desperdiciado 40 años de reformas político electorales y las hemos mandado a la basura”.

Dworak sustenta su afirmación al decir que luego de varias reformas “se esperaban partidos competitivos, con arraigo, y lo que estamos viendo es la bancarrota de los partidos de oposición y del partido en el poder a manos del discurso más atávico y atrasado que es Morena”.

Al ser cuestionado acerca de si ve factible la concreción de un Frente Opositor, señaló que “no es una cuestión de altura de miras, no es una cuestión de generosidad o de abrir sus horizontes, estamos hablando de un pacto que sería muy difícil de instrumentar, no solamente para ver quién será el Ejecutivo, sino para ver quiénes serían los candidatos a los puestos a elegir, es decir gobernadores, diputados, por lo pronto qué tan probable es, no lo veo probable”.

Asimismo, respecto al debate del cambio de régimen, expuso que “llevamos 30 años discutiendo el cambio de régimen político, son las mismas persona quienes vienen discutiendo esto. Qué significa, tratar de reinventar el hilo negro o tratar de inventar instituciones con propuestas que no tienen, en primer lugar, un diagnóstico claro de las necesidades de las mismas, no hay un estudio comparado claro para saber cómo funcionan y qué los hace funcionar en otros países, además de que no existe un ejercicio de prospectiva para ver con base en las condiciones de nuestro país cómo se debería instrumentar. Esto no es más que un gran ejercicio de charlatanería, no hay una visión de por qué se debe hacer y hay una apreciación muy vaga de que como funcionó en otros países debe funcionar en el nuestro”.

Por lo anterior, señaló que en realidad “no se ha pensado que ningún régimen presidencialista ha cambiado exitosamente el parlamentarismo, ¿por qué? Porque implica un cambio real en la gobernabilidad en donde el Congreso, además, se convertiría en una agencia del Ejecutivo. Mucha gente cree en el parlamentarismo cuando no está bien pensado este tema”.

De igual manera, consideró que “el reto no es reinventar una vez más el sistema político, sino cómo vamos a hacer para que las instituciones que tengamos, sean o no adecuadas, tengan solidez y sean firmes, esto para mí no es inventar el hilo negro sino cómo generamos instituciones sólidas y esto solo se da a lo largo del tiempo cuando los operadores permanecen en el mismo, cuando hay un compromiso de los actores constitucionales para mantener ese orden, no se hace reinventando, ni creyendo que es con instituciones de vanguardia, sea lo que eso signifique”.

La vía, elevar sanciones a partidos

Al descartar la viabilidad de implementar en nuestro país un sistema como el parlamentario, Dworak recomendó llevar a cabo una reforma que “de verdad lleve a partidos competitivos; ¿qué significa eso?, reducir el monto de financiamiento público y permitir aumentar el monto de financiamiento privado en un esquema en donde realmente haya responsabilidad penal para los operadores políticos. Que las sanciones no se salden con multas, sino que haya un costo real para los operadores. Una reforma política que, además de todo, aumente el umbral de representación a 4 por ciento y que reforme las reglas de la comunicación política de tal forma que haya una real competencia, que haya juego, ataques, que se imponga el mejor”.

Asimismo, pidió que los partidos expliquen qué harán con las reformas aprobadas en el presente sexenio, “en el marco del Pacto por México, no solamente la política, sino la energética, la laboral, de telecomunicaciones, entre otras, no he visto entre los partidos que buscan crear el Frente Amplio —que por cierto son partidos que aprobaron el Pacto por México— un compromiso claro por mantenerlas o calibrarlas, en vez de eso están hablando de temas como el nuevo régimen. Quiero que hablen en serio de qué va a pasar con esas reformas, y de un compromiso claro acerca de conservarlas y calibrarlas, no de tirarlas a la basura o reinventarlas”.

Para nuestro entrevistado, “el margen de maniobra para reformar es muy estrecho, no da en ningún país para reinventar sus instituciones desde cero, eso es un pensamiento mágico, hay que calibrar muchas cosas, hay que cambiar muchas cosas, pero eso no se va a dar por un ejercicio de imaginación y voluntad, porque no hay una visión clara de hacia dónde se quiere ir, esto se va a lograr a partir de la prueba y después de la calibración”.

Si bien coincidió con que el actual régimen está agotado, explicó que esto no es “por el presidencialismo en sí mismo, sino que está agotado porque muchos de sus incentivos fundamentales son para un país que ya no existe, y saber modificarlas (las instituciones) nos va a llevar a la adaptación a un nuevo entorno, pero pensar que una nueva Constitución va a cambiar todo es un planteamiento mágico para mi”, concluyó.

@AReyesVigueras

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