La reciente Cumbre del G20 celebrada en Hamburgo el 7 y 8 de julio fue una oportunidad perdida para la construcción de una agenda global, por diversos motivos, entre ellos, la presencia disruptiva de Trump. Es muy importante generar los espacios para articular una agenda global que permita atender con visión de largo plazo la problemática más profunda de la humanidad.

Un elemento central de dicha agenda, expresado en un lenguaje llano, es preservar el planeta, nuestra casa común, para garantizar la sobrevivencia y la sustentabilidad de la vida humana. Es también un aspecto básico de la agenda promover y asegurar una vida digna para toda la creciente población de la Tierra, no sólo en los aspectos materiales, sino también en los ámbitos políticos y culturales, principalmente el respeto a la dignidad del individuo.

En el proceso de construcción de esa agenda menciono cinco elementos fundamentales:

  1. Preservar las condiciones para la vida humana en la Tierra, deteniendo los procesos de acelerada destrucción de la naturaleza y el ambiente que se están viviendo. Una de sus expresiones más claras es la lucha contra el cambio climático.

En el G20 todos los países miembros, con la excepción de Estados Unidos, ratificaron su compromiso con el Acuerdo de París, más aún el presidente de Francia Emmanuel Macron convocó a una Cumbre Ambiental en París en diciembre. Pero, si bien el cambio climático es una de las expresiones más claras del deterioro ambiental, ocasionado por la acción humana, no es la única. Existen otros límites del planeta que están siendo dañados por la acción humana, en algunos casos con efectos ya irreversibles. Es fundamental analizar y discutir estos riesgos con toda la evidencia científica con la que ya se cuenta. Pero si es claro que la ciencia y la tecnología nos han permitido conocer esta situación, también nos dan los elementos para resolverla.

  1. Directamente vinculado con el punto anterior, o como causa de este, está el dinámico y vertiginoso proceso de innovación científica y tecnológica. El desarrollo de las capacidades intelectuales del ser humano nos ha permitido el mayor progreso material en la historia de la humanidad en poco más de dos siglos, pero a costa de un acelerado proceso de destrucción de la naturaleza. La creciente población mundial vive mejor y más tiempo pero el progreso no ha sido homogéneo. Se ha reducido la pobreza en amplias regiones en el mundo pero otras se han rezagado ampliamente. Al mismo tiempo este progreso ha traído un notable incremento de la desigualdad a nivel planetario. Los procesos de concentración de la riqueza y del ingreso a escala mundial son inéditos. Cómo usar la dinámica innovación científica y tecnológica para detener la destrucción de la naturaleza y lograr un efectivo combate a la pobreza y la desigualdad es una parte fundamental de la agenda.
  2. El propósito de lograr un mayor bienestar para todos está claramente expresado en los objetivos del desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para 2030. Los 17 objetivos planteados por Naciones Unidas y adoptados por buena parte de la comunidad internacional plantean lograr erradicar en todas sus formas la pobreza extrema en el mundo; hambre cero; cobertura universal en materia de salud y bienestar; educación de calidad, la cual conlleva el acceso general a todos los niveles; igualdad de género, garantizando el acceso de la mujer a la educación, empleo, tierras, propiedades y responsabilidades; energía accesible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; inversión en infraestructura e innovación tecnológica; reducir la brecha de la desigualdad; en suma, una serie de objetivos ambiciosos en particular en un contexto de un muy vigoroso crecimiento demográfico. Somos actualmente casi 7 mil 500 millones de personas y seremos en 2050 casi 10 mil millones de seres humanos. Pero el problema de fondo, es que lograr estos objetivos, implica que para la consecución de las 11 metas socio-económicas, de realizarse como se trabaja hasta ahora, conlleva no lograr los tres propósitos ambientales como la lucha contra el cambio climático, afrontar la escasez de agua potable y reducir la huella ecológica, entre otros. Esto es, aún falta mucho esfuerzo para lograr cumplir con estas metas sin continuar dañando la naturaleza y el ambiente. Cabe señalar que tanto el crecimiento y el progreso basado en esquemas de economía de mercado o en sistemas estatistas o altamente regulados deberán considerar en sus esquemas de trabajo el alto nivel de destrucción de la naturaleza, para evitarlo.

  1. Se da en el mundo en los últimos años un claro movimiento político de regresión autoritaria, con frecuencia basada en sentimientos y emociones. La elección de Donald Trump en Estados Unidos ha sido el ejemplo más claro de este fenómeno. Lo son también las expresiones electorales de la ultraderecha en Europa Occidental y Central y aún en cierto sentido el brexit. Cabe mencionar también el expansionismo de la autocracia de Vladimir Putin en Rusia, la instauración dictatorial de Erdogan en Turquía, así como los casos de Siria, Irán, Arabia Saudita, entre otros. Lo mismo sucede con varios regímenes de Asia Central y con el peligroso y desastroso caso de Corea del Norte. América Latina no ha sido ajena a esta involución. El caso más grave y trágico es el de Venezuela, país en el que una minoría corrupta pretende instaurar una violenta dictadura. En suma, en la agenda internacional es fundamental promover el rescate y fortalecimiento de las instituciones democráticas.
  2. La agenda global exige revisar y renovar las instituciones internacionales para lograr afrontar los retos mundiales. Es necesaria una nueva gobernanza global a través de nuevos acuerdos internacionales. Esto debe estar acompañado del buen gobierno a nivel nacional, en la consolidación del Estado democrático de Derecho, con instituciones sólidas, transparentes, eficaces y eficientes. El objetivo final del Estado es lograr la seguridad y el desarrollo sustentable con pleno respeto de los derechos y las libertades fundamentales de todos sus habitantes.

Estos son sólo algunos de los aspectos que coadyuvarían a preservar el planeta, nuestro hogar común, con bienestar y respeto a la dignidad de todas las personas.