El pasado 17 de julio, Francisco Toledo cumplió 77 años. Se trata de un admirable personaje icónico en nuestro país, pues no solamente hablamos de un genial artista plástico sino de todo un promotor y defensor del patrimonio cultural mexicano. A lo largo de su vida, Toledo ha expresado su arte y sus ideas combinando los elementos autóctonos de las culturas indígenas y su visión estética personal. Dentro de su obra encontramos dibujos, esculturas, papalotes e ilustraciones destinadas a acompañar a los mejores hombres de letras en sus libros. Este es un homenaje a su faceta de artista editorial. ¡Viva Francisco Toledo!

Una vieja historia de la mierda

Este curioso título fue puesto a una serie de estudios que realizó el Dr. Alfredo López Austin respecto al excremento y su papel dentro de la cultura mexicana. El trabajo del eminente académico nos lleva a través de tratados médicos, crónicas coloniales y códices prehispánicos para descubrir, reinterpretar y revalorar el simbolismo y significado de un tema tan poco socorrido por las buenas costumbres. Francisco Toledo ilustró esta obra con algunas  laminas que posiblemente extrajo de una serie de veintisiete  tomos con más de mil quinientas imágenes nombrados Los cuadernos de la mierda. Vale decir que con este conglomerado de su trabajo Toledo se puso  día con sus impuestos, pues los entregó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como parte de la modalidad de pago en especie.

Álbum de zoología y Nuevo álbum de zoología

En 1998, El Colegio Nacional y Era editó un serie de poemas de José Emilio Pacheco en la que el poeta creaba un bestiario lírico; es decir, en términos prácticos, poemas acerca de animales. Francisco Toledo realizó una ilustración respectiva a cada animal propuesto por el Premio Cervantes. La combinación fue tan acertada y brillante que en 2013 se creó un Nuevo álbum de zoología con el mismo concepto.  Hoy en día estos ejemplares representan una verdadera joya de los altos conocedores de libros. La conjugación de ambos genios fue realmente entrañable.

Nuevo catecismo para indios remisos

Para escribir esta obra Carlos Monsiváis tomó el pensamiento mágico-religioso de los católicos en México y lo interpretó de una manera literaria con matices satíricos. Desde la primera edición en 1982, “Monsi” quiso acompañar sus textos son las imágenes del oaxaqueño, con quien gozó de una amistad que trascendió a la muerte, pues Toledo diseñó la urna que contiene las cenizas del cronista y que puede visitarse en el Museo del Estanquillo. El vínculo entre ambos quedó inmortalizada  cuando la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y Era realizaron un libro-catálogo titulado Toledo-Monsiváis.  

Zoología fantástica

Francisco Toledo es una persona sumamente culta y apasionada de la lectura. No es de extrañar que haya sentido una enorme admiración por Jorge Luis Borges cuando conoció su obra; por eso, cuando le propusieron ilustrar una nueva edición de El libro de los seres imaginarios, publicado en 1957, no lo dudó un segundo. El tema de los animales y las letras volvió a su obra dando nuevamente resultados extraordinarios. En este trabajo, el artista mexicano dejó volar su creatividad para representar dragones, monstruos míticos y demás  creaciones de la imaginación. Las imágenes fueron tan aplaudidas que se acopló una exposición con ellas, la cual viajo a diferentes partes del mundo. La edición final se tituló Zoología fantástica y fue hecha por Artes de México.

Tiempo de ángeles

Colaboradores en diversas ocasiones, Homero Aridjis y Francisco Toledo coronaron su relación  cuando publicaron nuevamente Tiempo de ángeles, un compendio de poesía angélica por parte del escritor michoacano que fue editada en formato bilingüe de lujo por el Fondo de Cultura Económica y bellamente ilustrada por los conceptos celestiales  del maestro juchiteco. La obra fue aclamada por el Premio Nobel de Literatura, Jean Marie Gustave Le-Clézio.

 

Informe para una Academia 

Aunque aún no se ha hecho libro, Toledo realizó una serie de grabados basados en dicha obra de  Franz Kafka y montó una exposición, en la que el mono es su principal protagonista, que ha sido recibida en diferentes ciudades de México. El fervor del oaxaqueño para el checo nació cuando el primero leía las obras del autor de La metamorfosis desde muy joven.    

Cuento del Conejo y el Coyote

Coherente a preservar su cultura, el artista plasmó su arte en un volumen del Cuento del Conejo y el Coyote, una narración tradicional zapoteca dirigida al publico infantil. La obra tuvo tal éxito que fue reimpresa y reeditada en varias ocasiones, la última con una introducción y  la versión propia de Natalia Toledo, hija del maestro.

Miscelánea

En 1974, Francisco Toledo realizó ocho grabados para ilustrar el apartado de “agüeros y abusiones” dentro de la magna obra de fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España; así mismo, ilustró “El Libro de los enigmas” del Chilam Balam con otras ocho imágenes, un año después. También , creó una serie de laminas para acompañar Pinocho de Carlo Collodi y también las Fábulas de Esopo.