Édgar Veytia, ex fiscal de Nayarit, es acusado de usar a la entidad como su centro de operación para la elaboración de drogas sintéticas y el tráfico de ellas, junto con el Cártel de los Beltrán Leyva, donde sembró terror con la Policía de Nayarit.

Con el llamado ex Fiscal de Hierro, la entidad vivió el infierno de El Diablo. Se le relaciona con Alfredo Beltrán Guzmán, “El Mochomito”, actualmente detenido; Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2 (abatido) y compadre del actual gobernador, Roberto Sandoval.

Bajo el amparo del gobernador, Veytia se apoderó de todo lo que quiso, si alguien se resistía aplicaba el peso de su ley: levantones, secuestros, extorsiones y despojos. El Diablo comenzó a tener más poder cuando Roberto Sandoval se convirtió en gobernador, en 2011, lo hizo subprocurador y luego fiscal, cargo con el que se comenzó a acercar con el crimen organizado y con quienes, supuestamente, pactó la operación en la entidad.

El gobierno de Estados Unidos lo acusó de conspiración internacional por importar, fabricar y distribuir heroína, metanfetaminas, marihuana y cocaína. El pasado 28 de marzo fue detenido en San Diego, California; sin embargo, a pesar de ser detenido en territorio estadounidense, los nayaritas temen que pueda quedar en libertad.

Pobladores de la entidad acusan al gobernador de ser cómplice de Veytia. Incluso, Roberto Sandoval es padrino de Olimpia Veytia, hija del ex fiscal. A partir de la detención del ex funcionario un grupo de ciudadanos revelaron ser víctimas de despojos de casas, terrenos, extorsiones, amenazas o que sufrieron el secuestro de algún familiar.

Testimonios indicaron que si al fiscal o al H2 les gustaba algo se lo arrancaban a sus dueños. El señor José acusó a Veytia y Sandoval de haberle quitado su terreno de 18 mil metros cuadrados, el cual tenía un costo de 30 millones de pesos y por el cual recibió dos casas y 3 millones en efectivo, además de dos combis para usar como transporte público. “Agarra las casas porque no te voy a dar más”, sentenció El Diablo.

Por su parte, la señora María señaló que el H2 mandó a su gente para pedirle su casa. El predio tenía sótano, característica que atrajo la atención del narco. “Esa casa, desde que me la quitaron, ha servido para matar a gente. Me enviaron a alguien para decirme que si le venía mi casa, les dije que no”, comentó la mujer. El H2 buscó a Eduardo Rosales, quien le había vendido la casa a la señora María, y logró que hiciera un contrato de compra- venta con todo y escrituras. “A finales de 2010 ya no tenía casa. Demandé a Rosales pero lo absolvieron, era apoyado por el patrón (El H2)”.

En 2010, la Policía Federal comenzó a detectar el tráfico de drogas, principalmente heroína, por medio de la línea Autobuses Coordinados Nayarit, de la que tiene participación la esposa de Veytia, Olimpia Cambero.

Los autobuses eran utilizados para cometer el delito de trasiego, la droga era ocultada en el sistema de aire acondicionado o adherido bajo los asientos. Las “mulas” operan en Baja California, Ciudad de México, Sonora y Sinaloa, mientras que en Estados Unidos tiene corridas en Sacramento, Portland y Los Ángeles. En Nayarit, una central se encuentra en Tepic y en Compostela, de donde Alicia Monroy Lizola, suegra del ex fiscal es alcaldesa.

“Está claro que el gobernador del estado conocía lo que hacía el fiscal, buscamos que en el siguiente gobierno se impulse una comisión de la verdad. El despojo de los nayaritas puede ser enorme, por eso necesitamos conocer la magnitud, porque hay riquezas incalculables de funcionarios públicos”, señaló Rodrigo Gonzáles Barrios, quien impulsa una comisión de la verdad.