Si habláramos de uno de los países con mayores dificultades para luchar por su existencia, seguramente nos referiríamos a Israel. Su surgimiento tuvo lugar tras la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, promulgada el 29 de noviembre de 1947, y la cual establecía un plan para crear un estado judío y otro árabe, no fue bien recibida por estos últimos, quienes a partir de entonces se dieron a la tarea de eliminarlo de la faz de la tierra. Después de seis meses de preparativos, presiones y estrategias, el moderno Israel nacía un 14 de mayo de 1948, bajo situaciones muy adversas, pues sus cinco vecinos árabes le declararon la guerra.
En la actualidad, existe un desconocimiento de lo que es Israel como un país integrante de la comunidad internacional. De hecho, se puede decir que es uno de los más denostados debido a la cuestión palestina, la cual prevalece hasta nuestros días como un conflicto regional que no logra una solución acorde con el estatus internacional. Por una parte, Israel ha hecho todo lo posible para superar las rivalidades de sus vecinos y por otra, el bloque árabe palestino sigue empecinado en combatir a su vecino que, mientras pasa el tiempo, más se constituye en una nación independiente.
Para el embajador de Israel en México, Jonathan Peled, Israel es un país que ha aprendido a sobrevivir en todo momento. La historia los ha puesto en un lugar que se puede considerar como el más conflictivo del mundo, pero ha sabido prevalecer pese a las constantes presiones políticas y agresiones que ha sufrido de sus vecinos. En entrevista con Siempre! el diplomático israelí señaló que su pueblo ha aprendido en todo momento a superar las dificultades que esto implica y a enfocarse, sobre todo, en un sistema que garantice la consolidación de su país en la estabilidad económica, los avances tecnológicos, la investigación científica, sin descuidar su seguridad tanto regional como global.
Guerra de los Seis Días
Uno de los acontecimientos que marcó la historia de Israel fue la Guerra de los Seis Días, ¿cómo ha impactado este suceso en el espíritu histórico de su pueblo?
Cierto, fue hace 50 años cuando en la ciudad de Jerusalén tuvo lugar la Guerra de los Seis Días. Creo que lo que ha cambiado desde aquel entonces es que Israel apenas tenía apenas 19 años de independencia y estaba bajo una constante y continua amenaza. Mucha gente no se acuerda pero en 1967, antes de esta guerra, todos los países árabes se unieron y declararon que iban a destruir al joven estado de Israel y, recién después de esta guerra, en la cual logramos vencer a nuestros enemigos de los países limítrofes, tuvimos más espacio para vivir y asegurar nuestra existencia y seguridad, de tal manera que los países árabes Egipto y Jordania se convencieron de que era más conveniente para ellos llegar a un acuerdo de paz con Israel.
Hoy en día, tenemos un acuerdo de paz con Jordania y Egipto y un proceso lento con los palestinos en el cual todo el mundo árabe y la región finalmente comprendieron que Israel va a prevalecer para siempre.
El sueño ancestral
También se cumple este año el setenta aniversario de la partición hecha por la ONU, ¿cómo se encuentra Israel a partir de entonces?
A casi setenta años de la creación del estado de Israel creo que no solamente fue un milagro y el cumplimiento de un sueño milenario. El pueblo judío, después de dos mil años de exilio, volvió a su tierra natal.
También fue un hecho en la historia de las naciones que un país con autodeterminación, un estado joven declarado también por un plan de partición en las Naciones Unidas en 1947, empezó su independencia con casi nada, sin recursos naturales y con enemigos a su alrededor que no lo aceptaron.
En estas siete décadas hemos logrado utilizar mejor los recursos humanos, construir una economía fuerte, vibrante y muy pluralista. Somos hoy en día un país miembro de la OCDE, una economía muy avanzada, abierta y una democracia, que sigue siendo la única que prevalece en la región. Setenta años tal vez no parezca mucho, pero hemos realmente empezado de cero y construido algo de lo cual podemos estar muy orgullosos.
Luchar para la paz
A lo largo de su historia moderna, lo que hemos visto es a un Israel en medio de conflictos y guerra, ¿el pueblo israelí está preparado para enfrentarse a estos desafíos, ha desarrollado un espíritu combativo?
Somos un pueblo luchador que nos hemos enfrentado a amenazas y retos, lamentablemente hay países que llaman a la destrucción del Estado judío, pero somos un pueblo que quiere la paz, que quiere vivir en paz. Cualquier visitante que va a Israel puede ver que somos una sociedad muy abierta, pluralista, tenemos mucho turismo.
En lo cotidiano, la gente no se preocupa por si será amenazada, aunque sin duda es algo que nos queda muy claro en nuestra mente: que hay todavía organizaciones terroristas y elementos que no reconocen nuestro derecho a existir y, pese a ello, hemos logrado desarrollar una industria, una economía, un mundo académico, científico y tecnológico. Muchos países quieren tener algún tipo de nexo o relación con nosotros, incluso países en el mundo árabe que comprenden que Israel va a prevalecer y que, con sus avances tecnológicos y conocimientos, no constituye ninguna amenaza sino que puede ser un importante aliado con el que se puede cooperar para trabajar juntos, para enfrentar estos retos que compartimos todos nosotros: medio ambiente, avances científicos, salud, falta de agua, innovaciones agrícolas. Israel es más bien un aliado, un socio que puede contribuir a la región y no un país que amenaza con la guerra.
Una nación plural y liberal
Hay procesos internacionales como el Brexit y el gobierno de Donald Trump que reflejan un retraimiento del sistema global, incluso la Unión Europea parece estar replegándose del sistema mundialista abierto, ¿cuál es la tendencia de Israel al respecto?
Israel es parte del mundo globalizado. Nuestra economía depende de la exportación, de la cooperación, por eso tenemos, al igual que México, muchos tratados de libre comercio con los bloques económicos más grandes, con México, con el Mercosur, con el TLCAN, con la Unión Europea.
Por supuesto que los cambios que ocurren en el mundo tienen un efecto sobre Israel, pero seguimos pensando y actuando en el sistema de mercados abiertos, en la pluralidad, en la democracia liberal. Creemos que esta es la única manera de sobrevivir en este mundo actual tan complejo y enfrentando muchos de los desafíos, como el terrorismo que afecta a todos. También los ataques cibernáuticos, que amenazan a todo el mundo y en el que Israel no es la excepción, pero sí podemos contribuir con nuestra tecnología a enfrentar esos males. Somos indudablemente parte de un mundo global y así nos consideramos.