A dos siglos del fallecimiento de la novelista Jane Austen, Inglaterra ha preparado una conmemoración significativa para quien es considerada una de sus más importantes novelistas, no sólo de los siglos XVIII y XIX, sino de su historia literaria.

Entre las actividades planeadas para celebrar a la autora se encuentran novedades editoriales, exposiciones, actividades académicas, una serie de televisión, películas y también la aparición de su rostro en un billete de 10 libras, que será presentado hoy en Winchester.

Jane Austen nació en Steventon, un poblado pequeño al norte de Hampshire, el 16 de diciembre de 1775; era la séptima de ocho hijos.  Su padre George Austen, clérigo anglicano y académico, se encargó personalmente de su educación desde pequeña. A pesar de que la familia de Austen, en términos de linaje, pertenencia a lo que pudiera llamarse una “baja aristocracia” su situación económica, aunque no precaria, fue a penas elemental para solventar su estatus social.

De personalidad fina y elegante, Jane Austen comenzó a interesarse por las costumbres sutiles de su época: los bailes de salón, los paseos románticos en el campo y también los delicados cortejos. Toda la impresión desarrollada por su contexto, le permitió impulsar su vocación y estilo literario. Su primera gran novela Sentido y sensibilidad comenzó a generarle afectos y reconocimientos entre sus lectores, aunque su prestigio como escritora se consolidó hasta después de su muerte.

Uno de los rasgos más interesantes sobre Jane Austen reside en la polarización que ha causado su trabajo entre las grandes figuras de la literatura a lo largo del tiempo, pues de la misma manera en que Virginia Woolf, Vladimir Nabokov y Rudyard Kipling la elogiaron, otros íconos como Charlotte Brontë y Mark Twain tuvieron para ella  críticas despiadadas.

Su novela más famosa Orgullo y prejuicio ha sido adaptada diversas ocasiones al cine, la televisión y el teatro; además de ser inspiración para numerosos escritores en años posteriores.

Austen escribió seis novelas, tres obras cortas, dos de ellas inconclusas, y numerosos relatos de  su juventud. Su obra es sumamente rica en cuanto a simbolismos nacionalistas, complejidad de personajes y controvertidas ideas en el ámbito del feminismo; en la actualidad, estos temas  siguen siendo un campo predilecto e inagotable para los estudiosos de las letras.

Doscientos años quedan cortos, pues, a la eternidad de Jane Austen.