La Cámara se ha rebelado y ha suspendido la sesión, días después de ser atacada por radicales.

El régimen de Nicolás Maduro prosigue alimentando la hipótesis que señala la excarcelación de Leopoldo López como un guiño de cara a la galería en medio de la implantación de una política autoritaria muy marcada. Este martes se ha desarrollado un evento que afianza dicha lectura del turbulento presente venezolano: efectivos de la policía militarizada chavista, la conocida como Guardia Nacional Bolivariana, impidieron la entrada de los medios de comunicación al Parlamento.

Ante esta directriz de dudosocariz democrático, el propio órgano del país caribeño decidió suspender la sesión que tenía prevista en señal de protesta. Además, su secretario, José Ignacio Guédez, denunció el atropello en Twitter con rotundidad: “Informo que la Guardia Nacional Bolivariana no dejó entrar hoy a ningún medio de comunicación a la @AsambleaVE, razón por la cual fue suspendida la sesión”. “No vamos a hacer una sesión a puerta cerrada por capricho de los esbirros de la dictadura“, reclacó.

El incidente que impidió el acceso de la prensa a la sede del Legislativo venezolano ha causado estupor entre los opositores, que guardan una posición mayoritaria en la Asamblea Nacional. El evento ha acontecido después de que simpatizantes del régimen gubernamental armados irrumpieran en el Parlamento y agredieran a diputados disidentes. Los atacados acusaron a la policía militar de haber permitido la entrada de los radicales.

“La Junta Directiva informa que la sesión de hoy queda suspendida por las restricciones que la Guardia Nacional Bolivariana impuso, al mando del coronel Lugo, a periodistas. ¿Qué oculta la GNB, impidiendo el acceso al Palacio a los medios?“, se preguntó e Twitter la cuenta oficial del órgano legislativo. Diputados opositores refutaron las informaciones y cargaron contra el coronel Bladimir Lugo, mando encargado de la seguridad del Parlamento.

Lugo fue imputado este lunes por la Fiscalía por “violación de derechos humanos“, sólo días después del incidente violento con la irrupción de los agresores chavistas a la Asamblea Nacional. Y minutos antes del lamentable episodio de hoy, la diputada opositora Delsa Solórzano había denunciado que los parlamentarios entraron al recinto “con dificultades” y entre “gritos, insultos y objetivos” lanzados por un grupo de chavistas que permanece concentrado en el exterior de la Cámara.

El orden del día del Parlamento señalaba una sesión “en defensa de la inviolabilidad” de la sede del legislativo y un debate sobre “la inconstitucional pretensión” del presidente Nicolás Maduro de remover a la fiscal general, Luisa Ortega, además de la defensa de la capacidad legislativo “para defender la institucionalidad” de la Fiscalía. Todo esto en pleno debate sobre la Asamblea Nacional Constituyente planteada por Maduro para elaborar una nueva Constitución.

Resultó que la mencionada irrupción de los violentos en el Parlamento hace días ocurrió minujtos después de que los diputados aprobaran la consulta a la ciudadanía, vinculante, sobre si rechazan o aprueban la elección de una Asamblea Nacional Constituyente. El Gobierno no considera legítima esa consulta.

Vía https://www.elimparcial.es/noticia/179508/mundo/los-militares-chavistas-impiden-la-entrada-de-la-prensa-al-parlamento.html