El escenario en el que se llevarán a cabo las elecciones federales y locales el próximo año se muestra muy complicado, ya que existe un debilitamiento de los partidos políticos, tanto en el ámbito nacional como en el local, que se expresa en la participación política y en los niveles de abstencionismo.
Eso plantea una crítica a los partidos políticos, no nada más en México, incluso en las democracias o llamadas democracias consolidadas hay una discusión en términos de la credibilidad y del debilitamiento de los partidos en el mundo. Frente a eso, lo que ocurre es un fortalecimiento de las instituciones políticas vinculadas a los movimientos sociales, es decir, partidos antisistema o partidos que en un primer momento son movimientos sociales y que después se consolidan como partidos; guardando las proporciones, es lo que ocurre con Morena, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, señala Enrique Gutiérrez Márquez, profesor investigador de la Universidad Iberoamericana.
“Morena como partido político obtuvo su registro en 2014 y participó por primera vez en elecciones federales en 2015, en donde alcanzó resultados que ningún otro partido de nueva creación había logrado, el 8.39 por ciento y 36 legisladores, en una primera legislatura de un partido de oposición”.
“En el caso concreto de la Ciudad de México (CDMX), en ese entonces todavía Distrito Federal, también entró por la puerta grande, ganó cinco jefaturas delegacionales, 22 de los 66 cargos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y se convirtió en lo que se le llama ya primera minoría, ya no se habla de mayorías, se convirtió en el partido mayoritario, por lo que todo hace suponer que en 2018 ganará la Jefatura de Gobierno al PRD que es el partido que la tiene desde 1997”, explica a Siempre! Rosendo Bolívar Meza, profesor investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Descrédito de partidos
El politólogo de la Ibero señala a Siempre! que el crecimiento del partido de López Obrador en varios territorios, incluso en las últimas elecciones fue más evidente, viene gestándose desde hace tiempo y es por el descrédito de los partidos en general, por lo que ocurre con el PRI y con la administración del presidente Enrique Peña Nieto así como los escándalos vinculados a priistas o expriistas en los espacios de toma de decisión y con el tema de la corrupción.
“Eso desincentiva la participación política y plantea al PRI un proceso muy complicado, sí el presidente de la república es uno de los que menos aprobación tiene, desde que se mide este tema de la aprobación o desaprobación, eso impacta al propio PRI hasta haber un crecimiento de Morena”.
Por ejemplo, en el Estado de México, la diferencia histórica entre el PRI y otros partidos era muy grande, ahora fue de 2.5, 3 por ciento en términos electorales, lo cual en términos reales le plantea un retroceso al PRI y un avance a los otros partidos políticos y en particular a Morena, apunta Gutiérrez Márquez.
Exconsejero electoral distrital del Instituto Federal Electoral en el Distrito Federal, Enrique Gutiérrez expone que “si ese escenario se plantea en la Ciudad de México tendríamos que sumar al análisis el desánimo en contra del Ejecutivo federal y del propio PRI; lo que ocurre con el PRD, que es la única fuerza política que ha gobernado la capital del país, es que frente a un proceso de crisis muy profundo, desde hace ya algunos años, perdió rumbo y perdió la idea de ser un partido político de izquierda, incluso algunos de sus liderazgos no pueden negociar con los grupos internos. Lo que se ve es un partido muy mermado y muy debilitado, sumado al tránsito que hay de varias grupos organizativos del PRD que migraron hacia Morena, tanto de las bases como de los propios líderes visibles de ese partido.
Para Bolívar Meza, doctor en ciencia política y académico del IPN, “este crecimiento en la votación y simparía por Morena se da por el tipo de partido y el tipo de izquierda que representa, porque ha capitalizado el sentir, el sueño, la aspiración de la gente con ideales de izquierda, porque lo hace ver como un partido que sí tiene esa dinámica; los otros partidos, PRD, PT, Movimiento Ciudadano, sí bien es cierto que dicen ser de izquierda y a veces han actuado como tales, no tienen un liderazgo tan fuerte como el que tiene Morena con López Obrador”.
Los empresarios se están acercando al proyecto morenista, como tal, como no lo hacían con López Obrador en 2006 o 2012, porque con el modelo económico actual se ven perjudicados, las políticas neoliberales afectan un sector importante de empresarios con una visión más nacionalista, dice el doctor Bolívar.
“En el caso de la gente, que no tiene mucha conciencia política, ve que las cosas no van bien y que el poder adquisitivo no alcanza, por eso ven en Morena la posibilidad de un cambio”.
Todo a favor del “lopezobradorismo”
En opinión de los analistas, el panorama para la Ciudad de México, en el caso del PRD se antoja muy complicado, mientras que para el partido del “lopezobradorismo” será su consagración en la CDMX.
El candidato de Morena es el que tendrá mejores posibilidades para mantener la ciudad y ese será uno de los golpes fuertes que tendrá que enfrentar el PRD, si es que no se reposicionan o no repuntan en términos de lo que ocurre y del desprestigio alrededor de Miguel Ángel Mancera, pero que propone un nuevo posicionamiento del PRD en la ciudad, bastante marginal y una aparición de Morena con mucha de la estructura perredista que ahora le permitirá operar aparentemente con una cómoda mayoría. Habrá que ver cómo se conforma el espacio legislativo, pero con una cómoda mayoría para poder hacer e impulsar muchas cosas en la Ciudad de México, asegura el académico de la Ibero.
A estas fortalezas, asegura, se suma la presencia de varias de las figuras políticas importantes de Morena, todas ellas experredistas; esa migración o ese éxodo de muchas figuras del perredismo histórico que ahora militan en Morena y que le dan todo ese capital político y toda la viabilidad a este proyecto.
Mientras que para Rosendo Bolívar la fortaleza de Morena está, “pese a todo lo que se ha visto últimamente, que guste o no, se simpatice o no, en la congruencia que hay entre lo que se dice y lo que se hace y, sobre todo, es un partido de nueva creación, pero no por eso inexperto en cuanto a gobierno”.
“Muchos partidos cuando surgen como nuevos, la gente simpatiza con la idea de cambio, pero también tiene su reticencias en el sentido de que no saben cómo gobernará; en el caso de Morena, como hay experiencia de gobierno en sus mandos altos, sí genera cierta confianza porque se sabe cómo gobernará”, advierte.
AMLO fortaleza y debilidad
En términos político electorales Morena “tiene pocas debilidades, probablemente su peor debilidad es la figura de Andrés Manuel López Obrador, es la figura más emblemática en sentido positivo de este partido político, pero también en sentido negativo; los posibles escándalos que seguramente habrá de aquí a que vengan las elecciones del siguiente año”.
Electoralmente “es un poco prematuro, aunque va con cierta comodidad, si las elecciones fueran el día de hoy, la ciudad se pintaría completamente de morenos, pero habrá que esperar, todavía falta mucho, incluso para la designación de los candidatos para los muchos puestos que habrá en 2018, asegura el analista político de la Universidad Iberoamericana.
Bolívar Meza agrega que otra debilidad de Morena, “pero que es propia de todos los partidos de nueva creación, es el fuerte liderazgo que tiene López Obrador. Todos los partidos, desde el PNR con Plutarco Elías Calles, el PAN con Manuel Gómez Morín, nacen a propuesta de un personaje que es su líder carismático e indiscutible durante los primeros años de vida de un partido político; pasó con el PRD con Cuauhtémoc Cárdenas, siempre la decisión que se toma en el partido es la decisión del líder, en el caso de Morena, el liderazgo indiscutible es el de López Obrador”.
“También a Morena le falta socializar más la toma de decisiones y un relevo generacional, no veo quiénes puedan aspirar a los cargos en 2024 o 2030, no se ve ese relevo generacional más allá de López Obrador y la burbuja en torno a él”.
La alternativa que necesita la CDMX
Al planteamiento de si realmente Morena es la alternativa que necesita la Ciudad de México, e incluso el país, Enrique Gutiérrez explica que “el problema es que hay una crisis de partidos políticos, para donde uno voltee, desde los que se llaman centro derecha, centro izquierda, izquierda o la derecha, es decir, pasando por el PAN, el PRD, el PRI, Morena, ya sea en los espacios municipales o locales o en los estatales o en la ciudad o en el espacio federal, estamos en un momento complejo, mucho más profundo, que lo resumiría así: hay un viejo sistema político autoritario vertical y poco democrático que se resiste a morir y hay un nuevo sistema político medianamente democrático que no termina de consolidarse y que no termina de nacer”.
“En ese tránsito, lo que ocurre es que los partidos políticos y la clase política no han podido entender las circunstancias que vive el país y por supuesto la ciudad. El problema de esta clase política es que es lo suficientemente mezquina como para no entender que la situación del país es de verdad apremiante. No sé si Morena es la opción o la alternativa, pero está claro que para muchas personas en las siguientes elecciones será una alternativa real”, precisa Gutiérrez Márquez.