Jared Kushner, yerno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó la llamada trama rusa, la cual lo tiene entrelazado en su madeja. Durante dos horas, Kushner fue interrogado por miembros del Comité de Inteligencia del Senado acerca de los vínculos que sostuvo con gente del Kremlin durante la campaña presidencial y el periodo de transición.

Prácticamente, sólo repitió lo que ya había dejado establecido en un testimonio de 11 cuartillas, previo a su comparecencia. Lo mismo dijo durante una breve conferencia de prensa en la Casa Blanca, a la que se dirigió tras haberse reunido con sus interlocutores federales.

“Déjenme ser claro. No confabulé con Rusia y no conozco a nadie en la campaña que lo haya hecho. No tuve contactos inapropiados. No he dependido de recursos rusos para mis negocios. Y he sido transparente al momento de proveer toda la información solicitada”, insistió Kushner, tras presentarse ante los periodistas en el corredor de la Casa Blanca frente a la sala de prensa.

El funcionario, quien es actual asesor del presidente, aseguró que ninguno de sus contactos fue inapropiado. También negó que ninguno de sus negocios en el sector privado estuviera financiado por los rusos.

Las reuniones con rusos

Sin embargo, reconoció haberse reunido cuatro veces con funcionarios rusos. La primera en abril de 2016, donde habló “menos de un minuto” con cuatro embajadores, incluido el ruso Sergei Kislyak, antes de un discurso en política exterior de Trump en Washington. La segunda fuel nueve de julio en la Torre Trump con Donald Trump hijo y el jefe de campaña Paul Manafort, donde también estuvo la abogada rusa que les había ofrecido información comprometedora sobre Hillary Clinton en los comicios,. Jared dijo que sólo había sido una “pérdida de tiempo” y explicó que cuando escuchó a la abogada hablar del tema de las adopciones, le pidió en un mensaje a su asistente que lo llamara por teléfono como pretexto para abandonar la reunión.

La tercera reunión fue el primero de diciembre con el polémico embajador Kislyak, quien le preguntó por la persona más adecuada para mantener “conversaciones directas” y que tuviera contacto con Putin. Jared dijo al respecto: “El hecho de que estuviera preguntado por maneras para empezar un diálogo después de las elecciones debería verse como una evidencia fuerte de que no conocía que existiera uno antes”, subrayó.

La última fue el 13 de diciembre con Sergey Gorkov, responsable del banco ruso Vnesheconombank, funcionario que fue sancionado por el gobierno de Barack Obama por las injerencias rusas en Ucrania. Kushner adujo que lo vio por insistencia del embajador, pero también minimizó el encuentro y señaló que no hablaron de “políticas específicas”.

Este martes, Kushner tiene que reunirse con la Comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes, en un proceso que se sigue para determinar si estuvo coludido en acciones que permitieron el triunfo de Trump, con ayuda de Rusia.