“Aquel que no prospera en sus sueños, no prosperará despierto”.

Proverbio irlandés. 

El caminante que recorre las calles aledañas al río Liffey, en el corazón de la ciudad de Dublín, en la República de Irlanda (Eire) encontrará oficinas modernas, entre las que destacan las de tecnologías en redes sociales y gigantes del internet, como pueden ser Google, Facebook, Twitter o Yahoo; entre otros. Estos corporativos no sólo tienen incidencia en la isla, sino que ocupan importantes posiciones en toda Europa, con sede en la capital de este país.

No es coincidencia que las grandes empresas de la tecnología de la información tengan estas sedes en dicho sitio. Parte del éxito para la llegada de los gigantes empresariales es un menor impuesto para su instalación y desarrollo en Irlanda, con un costo menor en comparación con otros países europeos como Alemania, Francia, Italia o España; por lo que ha atraido inversiones extranjeras que además de pagar impuestos han generado diferentes beneficios como crear fuentes de empleo, mejoras en la fisonomía urbana y un posicionamiento internacional de Irlanda frente a la economía globalizada.

¿Qué hace interesante a Irlanda como un nuevo centro de negocios? Mientras que el vecino Reino Unido está enfilando políticas separatistas hacia la Unión Europea, Irlanda ha tendido puentes con el resto de los países del continente, con pasos importantes como la participación en la Unión Europea, la adopción del Euro como moneda y acuerdos comerciales. Asimismo, la política interior ha impulsado que estos beneficios fiscales para las empresas se conviertan en fuentes de empleo para su población, la cual tiene acceso a educación de calidad y certificaciones que pueden beneficiar los objetivos de las grandes firmas.

Al ser un país angloparlante, Irlanda puede resultar atractivo para los inversionistas que buscan emprender en Europa, además de ofrecer solidez frente a posiciones como el Brexit. Debido a las medidas adoptadas es previsible el arribo de más empresas en un futuro cercano, en un sector de la ciudad en expansión financiera.

Estas medidas han contribuido al bienestar de la población irlandesa, que ha logrado resultados tangibles tal y como lo demuestra el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que en su edición 2016 colocó a Irlanda en el octavo puesto con mejor calidad de vida de un total de 188 países analizados. Con ello, esta sociedad está clasificada dentro del rango de desarrollo humano muy alto con un indicador de 0.923, únicamente superado por Noruega (0.949), Australia (0.939), Suiza (0.939), Alemania (0.926), Dinamarca (0.925), Singapur (0.925) y los Países Bajos (0.924). Así, la diferencia con el cociente irlandes es corta y en una mejora de la calidad de vida podría llegar a ser el cuarto mejor país por su IDH en un fututo próximo.

Con este resultado Irlanda está mejor colocado que otros países de habla inglesa, tales como Canadá (0.920), Estados Unidos de América (0.920), Hong Kong (0.917), Nueva Zelandia (0.915), Reino Unido (0.909). Además, supera a otras potencias europeas en este indicador de bienestar como a Suecia (0.913), Francia (0.897), Bélgica (0.896), Italia (0.887) o España (0.884). Finalmente, está mejor posicionado frente a economías emergentes como Corea del Sur (0.901), Chile (0.847), Rusia (0.804), México (0.762), Brasil (0.754) o China (0.738), por ejemplo.

Además, otro logro de Irlanda reconocido por el PNUD es que es uno de los países líderes en el desarrollo de género, por lo que hombres y mujeres viven en mejores condiciones de equidad. En conjunto, este desarrollo social ha permitido que la República del EIRE tenga ventajas para las empresas que buscan potencializar sus beneficios se instalen en la zona sur y central de la isla.

Pese a estar en un gran momento histórico, Irlanda aún sigue siendo un país expulsor de migrantes desde el siglo XIX aunque en los últimos años también se ha hecho receptor de personas procedentes de América Latina, África y Asia. Pese a estos cambios en la dinámica geográfica, Irlanda tiene actualmente un aproximado de 4.7 millones de habitantes, una cifra baja si se considera que a mediados del siglo XIX, antes de la castástrofe humanitaria por la plaga que destruyó tres cuartas partes del cultivo de patata, este país tenía una cifra cercana a 8.2 millones en 1841 o de 6.5 millones una década después.

Por lo que aún está en la memoria colectiva del pueblo irlandés los momentos díficiles y las luchas que ha tenido que afrontar en diferentes momentos de su historia. Hoy por hoy, el esfuerzo y trabajo de esta sociedad, aunado a eficientes políticas públicas y acertadas decisiones de sus gobernantes han posicionado su calidad de vida como una de las mejores en todo el mundo, pese a los desafíos del Brexit debido a la cercanía de ambas economías.

El autor es doctor en Humanidades, Universidad Latinoamericana.