Alejandro Alvarado

Con intención de acercar a los jóvenes de secundaria al conocimiento de los géneros periodísticos y a la lectura de los trabajos de algunas de sus plumas más representativas, Grupo Editorial Patria publica Descubre el periodismo, una obra, dividida en seis antologías, que contiene crónica, entrevista, la nota, el reportaje, e, incluso, el cartón.

—En estos volúmenes —comenta Raúl Godínez, autor de las antologías 4, 5 y 6— se buscaron textos que dejaran un aprendizaje al joven y que, además, pudieran jalarlo al periodismo, despertarle un interés por temas de la ciudad, por temas que estuvieran acorde a los intereses propios de su edad.

“Al leer el libro —abunda Godínez—, el joven encontrará material muy interesante de Manuel Buendía, de Vicente Leñero, o hasta de maestros del siglo XIX, como Guillermo Prieto. Se utilizaron temas muy antiguos que hablan, en este caso, de la historia de México o de la historia de la ciudad, sobre un proceso de cambio que vivieron durante años. Pero no sólo se incluyen textos de periodistas con larga trayectoria sino también de unos muy actuales como Omar Nieto, Norma Cuellar o Verónica Rivera, periodistas de nueva vanguardia que trabajan en el medio, pues publican en los medios trabajos muy interesantes. Este proceso de cambio se descubre en sus entrevistas, en sus crónicas y en sus reportajes. Considero que estas antologías son un material atractivo para los jóvenes”.

—¿Cuáles son las características de los materiales que están publicándose en estas antologías?

—Es todo un juego. Algo nuevo que aparece en la firma de Grupo Editorial Patria; que no es nada más la entrega de la antología, como sí, para el alumno, sino que esta incluye una serie de cuadernos de trabajo, una guía para el profesor, una serie de exámenes de valoración de la lectura, un cartel; entonces, trae toda una serie de elementos didácticos que son tanto para el maestro como para el alumno de secundaria. El alumno para que lo disfrute y lo aproveche de la mejor manera, y el maestro para que pueda valorar la lectura que hizo el alumno, y, en ese sentido, entre los dos explotar, lo mejor que se pueda, este material.

—Estas antologías me recuerdan el libro de Manuel Michaus y Domínguez, El galano arte de leer ¿Existe algún parecido o alguna relación en la forma de trabajo en que se emplean estos libros?

—Podríamos decirlo, nada más que en El galano arte de leer se usa más material literario, y en el libro que nos ocupa el material es periodístico. Al provenir en este último el trabajo de investigación o de documentación o de reflexión en torno a un tema, se le da otra perspectiva al material; el cual buscamos, a propósito, que fuera fresco, aunque pudiera no ser tan actual, pero sí que resultara grato para el joven y no le costara trabajo leerlo, que tal vez lo atrapara algún gancho lanzado, por ahí, por el periodista y lograra entusiasmarlo con temas de su interés. Recuerdo varias antologías periodísticas que hemos leído, de Manuel Buendía, Manuel Mejido, Cristina Pacheco, Víctor Roura, Vicente Leñero, Raymundo Rivapacio o de otros reconocidos maestros; y, un poco, se trata de darle un mosaico de periodistas nacionales al joven, para que este conozca qué se está escribiendo en los medios, y aprenda a reconocer los géneros, a valorar a lo que está expuesto como lector, y, por medio de estas lecturas, saberse parte de esta sociedad.

—¿Sabe de antecedentes de algún libro parecido a estas antologías?

—Conozco textos que son compilaciones, pero, de un solo autor; el más claro es Talacha periodística, de Vicente Leñero. Una compilación de los textos que más gustaron al autor en su paso por publicaciones como Revista de Revistas, Claudia, Excélsior y en algunas otras, y que él las reunió en un libro, por cierto muy emblemático. Pero como ese, hay otras antologías, como la de Carlos Marín o la de Manuel Blanco, por ejemplo, donde se reunían sus columnas sobre un tema. Uno de los más importantes trabajos de este tipo publicados en México, según mi gusto, es el de Manuel Buendía, La CIA en México, que supongo, entre las muchas cosas que él publicó e investigó, este trabajo fue quizá por el que perdiera la vida. Hablo de recopilaciones de trabajos periodísticos que son, para mí, las más emblemáticas. También está la antología periodística Yo corresponsal de guerra, publicado por Editorial Diana, hace muchos años. Es una serie de textos periodísticos de corresponsales de guerra que viajaron a diferentes países donde les tocó enfrentar la guerra interna, la guerra entre dos países, el encuentro con la milicia y cómo lo vivían, cómo lo reflejaban a los medios de comunicación. Después de todo, considero que en estas antologías quedó impreso un material muy atractivo. En México contamos una tradición periodística muy valiosa, que es muy importante que conozcan los jóvenes.