En México, al hablar de actos de corrupción y de su impostergable combate, cuando no llueve, nos llovizna.

Los profesionales de la protesta, tomando como pretexto el gravísimo evento del llamado Socavón de la vía exprés de Cuernavaca, como en su momento lo hicieron con los 43 de Ayotzinapa, ahora vuelven a sacar sus uñas antipeñistas y piden que, mínimo, sea cesado Gerardo Ruiz Esparza.

Para el presidente Peña Nieto defender a Ruiz Esparza ya es un trabajo muy cuesta arriba. Pero no es promoviendo miniconjuras intelectualoides, como se va a corregir uno de los estigmas que en el presente agobian a la vida pública de México, como es la corrupción, fenómeno que ahora solo es superado por la inseguridad que sigue galopando a lo largo y ancho del país.

Los profesionales de la protesta en México están muy avanzados en lo referente a la tecnología del espionaje. Con ello y las fallas inocultables de miembros del gabinete como Ruiz Esparza, pretenden secuestrar el naciente sistema anticorrupción.

Los profesionales de la protesta, que ahora lucen un Hastag casi del mismo nombre que la fundación de Marta Sahagún, Vamos México, el de ellos es Vamos por Más, han filtrado a Mexileaks casos como los siguientes:

“En mayo de 2015 se difundieron en redes sociales unas grabaciones de llamadas telefónicas en las que presuntamente ejecutivos de alto nivel de la empresa OHL México discutían sobrecostos, pago de vacaciones a funcionarios, supuestos sobornos a jueces y tráfico de influencias con servidores públicos del Estado de México.

Semanas después, en julio de 2015, se difundieron nuevas grabaciones en Youtube en las que se mostraron conversaciones entre directivos de OHL, en las que presuntamente acordaban pagar vacaciones a Gerardo Ruiz Esparza a cambio de supuesta información privilegiada de licitaciones.

En uno de los audios se escuchó al exdirector de Relaciones Institucionales de OHL México, Pablo Wallentin, reclamar a una secretaria de la empresa que Ruiz Esparza haya tenido que pagar una estancia vacacional”.

“En otra de las conversaciones, Wallentin supuestamente habla con el presidente de la empresa, José Andrés de Oteyza, sobre la reunión que tuvo con uno de los funcionarios de la SCT, quien presuntamente le entregó un disco con información de dos proyectos que saldrían a licitación”.

OHL PARTE 2

“El primero de junio pasado, Gerardo Ruiz Esparza aseguró que la SCT no indagaría a OHL México sobre la acusación de desviar recursos de forma ilícita”:

“Si ellos en un momento dado están haciendo uso de los recursos, solo ellos lo saben, pero ya se comprometieron con nosotros, ya mandaron información a la bancaria, ya mandaron información a la Bolsa mexicana, eso ya está claro”.

El pasado 4 y 10 de mayo, la SCT solicitó a la constructora OHL México pruebas que acrediten que no interfiere en procesos electorales del país desviando recursos.

Para el 22 de mayo, la empresa envió por escrito a la secretaría que no existen transferencias de recursos ilícitos que pudieran afectar las concesiones públicas en las que participa la empresa.

En un comunicado enviado al mercado bursátil, la empresa OHL detalló que realizó investigaciones internas para verificar que no se haya registrado apoyo a campañas electorales.

TREN MÉXICO-QUERÉTARO

Gerardo Ruiz Esparza informó el 6 de noviembre de 2014 que el presidente de México revocó el fallo que otorgó al consorcio liderado por las paraestatales China Railway Construction Corporation y CSR el contrato para construir el tren rápido México-Querétaro.

El objetivo de dicha decisión, dijo en su momento Ruiz Esparza, era dar más transparencia y claridad, para que no haya dudas sobre el proyecto.

La verdad que con esos funcionarios, el presidente Peña Nieto tal parece que sigue teniendo al enemigo en casa.

La transparencia y la rendición de cuentas debe ser ahora el signo del tramo final del sexenio peñista.

Y todavía varios de sus colaboradores no lo quieren entender.

Pero, en fin, con esos bueyes tendrá que arar rumbo al 2018.