Después de lo que muchos analistas han calificado como un intento fallido de autogolpe, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció que está dispuesto a subir un 50% el salario mínimo, que actualmente oscila en 97 mil 531 bolívares, alrededor de 32 dólares mensualmente. Maduro pidió a cambio que lo apoyen para tener la Asamblea Nacional Constituyente.

“Denme la constituyente y le doy la victoria sobre los precios”, dijo. “La Asamblea Constituyente es el único camino para un diálogo de paz” que derrote a la violencia”.

Esto es precisamente lo que los opositores no quieren que suceda, pues temen que con ello, Maduro consolidaría su poder, ya que ha planteado colocar en puestos estratégicos a gente muy allegada a su gobierno, como la ex ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez.

Durante un programa en cadena nacional, Maduro aseguró que este aumento será con retroactivo al primero de julio actual. La propuesta presidencial tiene lugar en momentos en que el país atraviesa por una de las situaciones más difíciles de su historia con un inflación en aumento y en medio de una ola de protestas que en casi cuatro meses han dejado más de 80 personas muertas y mil 400 heridos.

De esta manera, el salario mínimo aumentaría 12.5 dólares, incluyendo un bono de alimentación, la suma en total se ubicaría en 250,531 bolívares (unos 84.35 dólares). Antes de esto, el gobierno había autorizado dos aumentos: uno en enero de 50% y otro en mayo de 60%.

El salario mínimo se determina en Venezuela desde hace más de 14 años bajo un control de cambios basado en dos tasas oficiales: El sistema de divisas complementario flotante mediante subastas (DICOM) y el llamado Sistema Protegido de Divisas (DIPRO) de 10 bolívares por dólar, cuyo uso se destina en su mayoría a la compra de alimentos y medicinas del sector público.

Venezuela se encuentra en una severa crisis económica, altamente dependiente de las importaciones, con una inflación de tres dígitos y severos problemas de desabasto de alimentos, suministros médicos y otros productos básicos. Maduro responsabiliza a enemigos del gobierno que han promovido una “guerra económica” para desestabilizar su gobierno.