Dos meses después de ser citado por la Audiencia Nacional para prestar declaración en el juicio de Gürtel, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se sometió a las preguntas de la acusación, la fiscalía y la defensa durante una hora y cincuenta minutos. Insistió en que su papel era político y no económico y que no conocía a Correa, dando él mismo la orden de terminar la relación del PP con Correa tras las dudas esgrimidas por Álvaro Lapuerta. Sobre ‘los papeles de Bárcenas’, Rajoy reconoció que supo de ellos “por los medios de comunicación” y consideró “razonable” reunirse con él para despedirse y aceptar la petición de darle una sala “para guardar sus papeles” y utilizar un coche del partido.

El presidente del Gobierno entró en torno a las 09:45 de la mañana a través de los garajes y dentro de un coche oficial, por lo que su entrada en la Audiencia Nacional no pudo ser fotografiado. Allí fue recibido por el presidente de la misma, José Ramón Navarro.

Rajoy comenzó su declaración a las 10:07 de la mañana, respondiendo a las preguntas del abogado de ADADE, Mariano Benítez de Lugo, que empezó su intervención protestando contra la ubicación del presidente en la sala, situado a la misma altura que el tribunal y no donde de manera habitual declaran los testigos en el resto de juicios.

El abogado de Bárcenas, presente en la sala, protestó cada vez que Benítez de Lugo pregunta con algo relacionado con la contablibilidad B del Partido Popular. De manera insistente y provocando el enfado del juez.

“Mis responsabilidades son políticas, no de contabilidad”, respondió Rajoy en repetidas ocasiones cuando se le preguntó por las contrataciones del PP a empresas de la trama Gürtel durante su etapa de vicesecretario general y responsable de asuntos electorales entre 1990 y 2003. “En el PP hay una separación nítida y clara entre la parte política y la parte económica”, señaló, apuntando que él nunca tuvo competencias económicas.

Rajoy explicó que en las campañas ese apartado lo lleva el tesorero y que “esto está muy delimitado: los resultados se miden en votos y la otra parte es meramente instrumental”, dijo, sentenciando con un “jamás me he ocupado de ninguna cuestión de contabilidad”.

En cuanto a los supuestos sobresueldos, Rajoy respondió que “son absolutamente falsos” y explicó que él cobraba un sueldo como diputado y que otros diputados cobraban también un complemento del partido a colación de su puesto en el mismo que declaraban a Hacienda y que dejaron de recibirlo en cuanto entraron a formar parte del Gobierno.

Rajoy aseguró que “nunca” tuvo queja de Luis Bárcenas miestras fue el tesorero del partido y adimitió que en 2010 mantuvo una reunión con él en su despacho junto a su mujer, Rosalía Iglesias, y Javier Arenas que le pareció “razonable” dado que “llevaba 30 años en la casa, tenía cargo de senador y quería despedirse, explicándonos que estaba en una situación difícil, que iba a defenderse y que iba a ocupar su tiempo con los abogados”.

Ha admitido que en los “treinta últimos segundos” de esa reunión, Bárcenas pidió mantener temporalmente una sala para guardar sus papeles y utilizar durante un tiempo el coche del partido, algo que a sus interlocutores les pareció “razonable”.

Sobre su relación con Francisco Correa, Rajoy declaró que “yo no conocía a Correa, no tuve relación con él y no vino a mi despacho” y que fue él el que decidió cortar la relación de Correa con el PP.

Rajoy explicó que Álvaro Lapuerta, tesorero del partido por entonces, le comentó que tenía dudas sobre la actuación de ciertos proveedores en varios ayuntamientos de Madrid que usaban el nombre del partido. Rajoy le preguntó si alguna de esas actuaciones no se ajustaba a derecho y Lapuerta le contestó que creía que se debía dejar de trabajar con Correa, momento en el que tomó la decisión de cesar toda relación con él.

Rajoy insitió en que era alguien que no conocía y que “no tenía ni la más remota idea” de si pasaba por la sede del PP y que puede que lo conociera de “saludarlo en un acto público” aunque no lo puede afirmar tampoco “de manera nítida”.

La tensión entre el letrado, Bénitez de Lugo, y Rajoy ha ido creciendo a lo largo del interrogatorio. A una de las varias preguntas relacionadas con temas económicos, Rajoy llegó a espetar “no sé si ha confundido de testigo”, motivando la queja de Benítez de Lugo al presidente del tribunal, Ángel Hurtado, que ha apercibido al testigo no sin antes llamar la atención al abogado después de que comentara en alto también “yo creo que confunde su papel aquí”.

Otro de los momentos tensos fue cuando Benítez de Lugo se volvió a quejar de una respuesta “muy gallega” a una pregunta sobre un viaje a Canarias pagado por el PP. “La respuesta debe ser muy gallega porque no puede ser riojana”, contestó Rajoy. Poco después, el tono se mantuvo cuando, interpelado por los papeles de Bárcenas, lanzó un “se lo voy a explicar y estoy seguro de que lo va a entender”.

Tras un parón de cinco minutos derivado de problemas de sonido, llegó el turno del abogado del PSOE valenciano, Virgilio Latorre, quien puso el foco en Madrid y en dos reuniones con Esperanza Aguirre y el tesorero sobre Majadahonda, reconocidas por Rajoy.

En ese sentido, cuando fue preguntado sobre si a determinadas empresas que no se le daban adjudicaciones y se quejaban aduciendo que eran muy generosas con el PP, Rajoy respondió “no tengo conocimiento de eso”.

Sobre si en 2004 se seguía contratando empresas de Correa para los actos del PP, Rajoy adujo que “no tenía conocimiento porque yo no me preocupo por esas cosas”.

Entrando de lleno en los papeles de Bárcenas, descartando las preguntas consideradas como “no pertinentes” por el presidente del tribunal, Rajoy respondía a las restantes con una sucesión de “no me consta” y que se enteró de ellos “por los medios de comunicación”.

El abogado de la acusación Pablo Nieto siguió a continuación con las reuniones junto a Esperanza Aguirre y el tesorero de 2004, tratando de saber si se habló de Martinsa o Ignacio González. “Que yo recuerde, no” fue la respuesta repetida a varias de las preguntas referentes a ese tema.

Sobre el viaje a Canarias con su familia y pagado por el PP, Rajoy respondió que “no compruebo ninguna de las facturas de mis viajes” y que es cosa de su secretaria.

De vuelta a Bárcenas y sus SMS, Rajoy adujo que “tengo la costumbre de responder los mensajes”. Preguntado sobre qué es lo que hacía cuando le escribió “hacemos lo que podemos”, Rajoy respondió que “hacemos lo que podemos significa exactamente lo que significa, hacemos lo que podemos”. En cuanto al “Luis, lo entiendo, sé fuerte. Mañana te llamaré”, Rajoy aseguró que no hizo “absolutamente nada”, aclarando que “hasta el punto no hice que no lo llamé”.

Primera vez que un presidente en ejercicio comparece ante un tribunal

Es la primera vez que un presidente en ejercicio comparece, aunque sea en calidad de testigo, ante un tribunal, un hecho que ha provocado una gran expectación política y mediática y un gran despliegue policial en los alrededores de la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, donde desde el 4 de octubre se celebra este juicio.

De los 37 acusados, este miércoles solo se sienta en el banquillo el exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, que fue quien reclamó la testifical del presidente del Senado, Pío García Escudero, que comparecerá en el juicio después de Rajoy.

Quien finalmente no estuvo en la sesión fue Luis Bárcenas, extesorero del PP y acusado en el juicio quien inicialmente sí iba a asistir pero finalmente cambió de opinión.

Pese a que Rajoy se había amparado en su derecho a declarar por videoconferencia, en un auto publicado en mayo, la Audiencia insistió en la necesidad de que lo hiciera físicamente para asegurar la “inmediación y la contradicción”. Los motivos alegados por el jefe del Ejecutivo fueron considerados por el tribunal “inconsistentes”, a lo que añadieron que tampoco había razones que impidieran al testigo acudir.