A pesar de los gastos que ha realizado Pemex para intentar detener la ordeña de combustible en ductos, este delito ha reportado un incremento que representa pérdidas anuales por 20 mil millones de pesos.

De acuerdo a información proporcionada por la Gerencia de Medición, Calidad y Balances de la paraestatal, se destinaron más de 2 mil millones de pesos a la operación del sistema SCADA (Supervisión, Control y Adquisición de Datos), mismo que permite detectar caídas de presión en el sistema de ductos, lo que no ha impedido que el número de tomas clandestinas haya crecido en 894%.

La Auditoria Superior de la Federación criticó la inversión en el sistema SCADA, al señalar que “en 2016 el sistema no contribuyó a operar con mayor eficiencia y confiabilidad los 47 sistemas de transporte de ductos de hidrocarburos, principalmente 30 poliductos que transportan petrolíferos, en particular gasolinas y diésel, a fin de coadyuvar en el combate del mercado ilícito de combustibles”.

Para Pemex, no obstante, dicho sistema ayuda al combate del mercado ilícito de combustibles.

Sin embargo, la Auditoria también reportó que Pemex pagó más por reparación de ductos, 295% superior que en 2014, al destinar más de 767 millones de pesos.

La petrolera reportó, al cierre de 2016, 6 mil 873 tomas clandestinas. De enero a marzo de este año, la empresa ha gastado en reparación más de 2 mil millones de pesos.