Donald Trump ha advertido este martes a Corea del Norte de que podría responder a sus amenazas con “un fuego y una furia nunca vistos en el mundo”, tras surgir informes de que Pyongyang ha fabricado una cabeza nuclear reducida que puede ser colocada en uno de sus misiles balísticos.

Más le vale a Corea del Norte no hacer más amenazas a Estados Unidos. Se encontrarán con un fuego y una furia nunca vistos en el mundo”, ha advertido el presidente de Estados Unidos: “Él ha estado haciendo muchas amenazas, más de lo normal”, ha añadido, en aparente referencia al líder norcoreano, Kim Jong-un.

Las declaraciones de Trump, este martes, se producen poco después de que el periódico The Washington Post revelara nuevos datos de un nuevo informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de Estados Unidos sobre Pyongyang. Según dicho documento, el régimen ha logrado producir una cabeza nuclear en miniatura que puede colocarse en uno de sus misiles balísticos. “La comunidad de inteligencia evalúa que Corea del Norte ha producido armas nucleares para envío mediante misiles balísticos, que incluyen la categoría de misiles intercontinentales”, explica el informe.

En el marco de una escalada de tensión que va en aumento de manera exponencial desde hace meses, las advertencias por parte del país asiático tampoco cesan. Tras las sanciones adoptadas el sábado en su contra por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, que calificó de “ilegales” y “acto terrorista”, este martes ha desafiado con emprender “medidas estratégicas” y “acciones físicas”. Así, Corea del Norte ha amenazado con atacar las bases militares de Estados Unidos en la isla de Guam horas después de que el presidente estadounidense elevara el tono de sus advertencias. Un portavoz del Ejército matizó que este bombardeo se realizaría con misiles de alcance medio largo Hwasong-12 y que también incluiría la Base Aérea de Anderson. Una amenaza que sigue a la que realizó el pasado domingo, cuando habló de “un inimaginable mar de fuego”.

La decisión de Naciones Unidas, en el sentido de vetar numerosas exportaciones norcoreanas, llega como respuesta al primer misil balístico intercontinental que lanzó en su historia Corea del Norte, un hito armamentístico efectuado el pasado 4 de julio al que le ha seguido el lanzamiento de un segundo proyectil de ese tipo el 28 de julio.

Las continuas pruebas de armas de Pyongyang han incrementado en los últimos meses la tensión en la península y elevado el tono de la Casa Blanca, donde se insinúa de manera constante la posibilidad de atacar Corea del Norte de manera preventiva.