El Inventario de JEP/II-III

José Emilio Pacheco Berny (JEP) evidencia en su obra de diversas formas la existencia que lo recorrió, el mundo, los mundos que conoció y reconoció; la memoria, en su recuperación, los transformó y vivificó ya como testimonio, que adquieren actualidad periodística frente a los días de guardar, las efemérides o los eventos que irrumpen y sobresaltan cada día historias familiares, gremios y sociedades.

En el Inventario conviven la biografía intelectual del escritor, la historia cultural de su tiempo, las relecturas coyunturales que realizó para dar cuenta de personajes, fechas, acontecimientos y tradiciones. La noción de cultura, por ser tan amplia, es cierto, puede ser insuficiente para describir y acotar los saberes que JEP (la iniciales con las que el narrador, poeta, traductor, profesor e historiador firmaba sus textos); el término ha sido tema de reflexión y debate de los estudiosos, en los último años, además, a la luz de la globalización. Gerhart Schröder: “La actualidad del concepto de cultura radica justamente en el hecho de que él abarca ahora la totalidad de la realidad. La cultura se ha convertido, en la discusión actual, en un médium necesario para la totalidad del pensar y actuar humano”. A JEP se le sitúa, genéricamente, como literato que ejerció el periodismo cultural por más de medio siglo, cultivó y alimentó la historiografía de las disciplinas de la cultura de su tiempo.

Los seis mil Inventarios publicados —como se sabe— a lo largo de cuarenta años, en Excélsior —los primeros tres años— y en Proceso —desde finales de 1976 hasta enero de 2014, dos días antes de su fallecimiento— son ensayos en los que la nota informativa, la investigación antropológica, la viñeta biográfica, la historiografía de la literatura, la historia de las costumbres, además de polémicas de personajes de la cultura, comprenden un corpus excepcional en la historia de nuestras letras y de la cultura del último medio siglo. Las curiosidades y saberes de JEP van, por ejemplo, del retrato hablado del poeta estadounidense Peter Lowell (1917-1977) —quien tuvo el infortunio, además de los pocos seguidores que tiene la poesía— de morir el mismo día que murió el célebre Leopold Stokowski (1882-1977) y tres días después de que falleciera María Callas (1923 -1977), y de ese modo quedar relegado en las notas-obituarios a una evocación del asesinato de Emiliano Zapato (1879-1919) a manos de Jesús Guajardo que, simulando una prueba de fidelidad, lo emboscó el 10 de abril de 1919. Destacan las figuras literarias; podría crearse un Diccionario Pacheco; a modo de monografías Pacheco integra crítica literaria, biografía, análisis político.

La conversación como estilo literario es uno de los rasgos de los Inventarios de JEP. Son conversacionales no solo en el diálogo invisible que establece con sus lectores, también lo son porque no hay una intención pedagógica, menos aún didáctica; el lector, no familiarizado con los géneros y hechos descritos, se concentrará en el registro afín o reconocible que se bifurcará con otros desconocidos, algunas de cuyas claves temáticas se encontrarán en la misma lectura. JEP nos deja huellas delineadas y profundas sobre las cuales se abre una larga enumeración, por ejemplo, que los investigadores literarios podrían profundizar, incluso, como eso que pomposamente se llama “líneas de investigación” en las universidades y rubros curriculares.

Qué les dice a los jóvenes lectores, sobre todo estudiantes de letras, nombres como Manuel Acuña, Jaime Torres Bodet, Manuel José Othón, Ramón López Velarde; el mismo autor de Morirás lejos, escribía en un Inventario sobre Salvador Díaz Mirón, en febrero de 1980: “Se dice que hoy casi todo el mundo escribe poesía pero ya casi nadie lee” y no sin ironía agrega: “pues si todas las personas que hacen versos adquiriesen los libros que los contienen, estos serían best sellers infalibles”. Hoy, en los tiempos del Internet y las redes sociales, el aserto de JEP es aún más vigente.

Los Inventarios representan un modelo de prosa para los géneros periodísticos y literarios y disciplinas humanísticas; al leer Inventarios, reunidos parcialmente en tres volúmenes.

El lector, la lectora, pueden introducirse o adentrarse en los nombres y las obras de autores como Petrarca, Rousseau, Flaubert, Rilke, Tolstoi, Kafka, Chesterton, Wilde, Walter Benjamin, Saint John Persé, Apollinaire, Jack London, Henry Miller, Hemingway, Capote, Joyce, Whitman, Pound, Somerset Maugham (1874-1965) —de quien JEP observa la popularidad que tuvieron sus novelas por medio siglo—; más en la lejanía histórica, Jorge Manrique (1440-1479) —autor de Coplas a la muerte de su padre, de las cuales JEP observa que “sus ideas sobre la vida y la vanidad de las glorias humanas provienen de la Biblia (Job, Salomón, Isaías, San Pablo, San Juan) y de la Consolatio philosophiae—; Góngora —cuyos seguidores llevan al dividir el barroco— en cultismo o culteranismo gongorista frente al conceptismo quevedesco. Y situada en el siglo XIX, Rosalía de Castro (1837-1885) es descrita por JEP como la mayor poeta de la España decimonónica , junto con Gustavo Adolfo Bécqer (1836-1870).

La nómina de personajes relacionados con la historia es, asimismo, extensa, es reveladora; entre ellos se cuentan: Marco Polo, Bernardo Reyes, José Vasconcelos —uno de los personajes más notables y contradictorios siglo XX mexicano—, Álvaro Obregón, Antonieta Rivas Mercado —considerada por JEP la primera mujer “emancipada” de México y de quien comentó (en 1975) ochenta y siete de las Cartas a Manuel Rodríguez Lozano—, Tina Modotti, Daniel Cosío Villegas (1898-1976) —promotor cultural, fundador del Fondo de Cultura Económica, historiador, sociólogo, profesor, ensayista político, autor y coordinador de la Historia Moderna y la Historia Contemporánea de México— y alcanza a personajes como el periodista Manuel Buendía (1926-1984); cuyo asesinato —a decir de JEP— es una prueba del poder de las palabras.

La publicación de Ediciones Era es muy relevante para los lectores no especializados, interesados en la cultura, sobre todo en la literatura, la historia y la historia de las ideas; no es menos importante para los estudiosos que podrán tener como punto de partida estos tres volúmenes para indagar momentos históricos, autores, géneros; incluso para emprender labores de compilación, con acotaciones bien delineadas.

Hay algunos detalles, no menores, que se echan de menos, por ejemplo, la ausencia de un texto introductorio, no solo necesario sino indispensable en una compilación de las dimensiones de la edición de ERA.

José Emilio Pacheco, Inventario. Antología. II: 1984-1992. Selección de Héctor Manjarrez, Eduardo Antonio Parra, José Ramón Ruisánchez y Paloma Villegas. Ediciones Era, 2017, 687 pp.

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