Conocer en línea la riqueza patrimonial del país, así como tener en un solo espacio virtual las cientos de actividades artísticas y culturales que se ofrecen en museos, no sólo será el objetivo primordial de la nueva plataforma Red de Arte Contemporáneo (RAC), sino además buscará la entrada de recursos que compensen la reducción del presupuesto institucional a la que cada año se enfrentan.

“Todos los museos necesitan apoyo económico y creemos que es importante que participe la ciudadanía y que también se sienta parte de los museos, y claro que todos necesitamos apoyo y esta es una manera de ayudarnos a conseguirlo”, aseveró Aimée Servitje, presidenta de la Fundación Olga y Rufino Tamayo, durante la conferencia para dar detalles sobre la iniciativa encabezada por la institución.

A partir del mes noviembre, los 16 recintos de arte contemporáneo que integran esta red como la Casa del Lago, el Laboratorio Arte Alameda, el Museo Tamayo y el Centro de la Imagen, entre otros, darán inicio a sus tres objetivos centrales: crecer el tráfico en los museos de arte contemporáneo, convertir al público en socio, y tejer una red de museos sin importar su origen. No obstante, la meta final es crear un centro cultural que en materia de arte contemporáneo que pueda competir con cualquier centro del mundo.

Para acceder a la plataforma RAC, será necesario adquirir una membresía anual, con un costo aproximado de dos mil 500 pesos, que ofrecerá a sus miembros diversos beneficios que irán cambiando cada mes, que van desde descuentos o entrada libre a los recintos museísticos que integran este proyecto, acceso a boletines informativos sobre actividades culturales, así como rebajas en librerías y cafeterías –también pertenecientes a los recintos-, entre otras cortesías. El mismo dueño de la membresía será quien decida a que recinto apoyar, por ello, la misma red, intentará captar visitantes que se interesen por aquellos espacios que son poco examinados, como el Universitario del Chopo.   

Esta plataforma digital, se une a las ya varias existentes que se están convirtiendo rápidamente en la norma imperante, esto se debe en parte a las también múltiples  necesidades de las diversas instancias que contribuyen en la cartelera para difundir la cultura, a fin de que llegue a la población y se convierta en una herramienta más para que el público tenga en un solo lugar la mayor oferta cultural del país.