Fue el viernes 28 de abril por la tarde, con la presión por el último día de sesiones en la Cámara de Diputados, cuando en el seno de la comisión de Puntos Constitucionales, por falta de quórum, los miembros de esa comisión —encabezada por Guadalupe Acosta Naranjo—, dejaron en la congeladora el dictamen para reducir el financiamiento de los partidos que buscaba un ahorro de alrededor de 2 mil 200 millones de pesos.

Se aseguró que “al no tener claros los alcances del dictamen” de las distintas iniciativas —incluida la de Pedro Kumamoto— para reformar el artículo 41 constitucional, los legisladores decretaron un receso para acordar una redacción. Dos horas después, a la hora de votarla, solo 10 de los 30 diputados se presentaron.

No había acuerdo con los priistas, aunque legisladores de ese partido como Braulio Guerra rechazaran que hubiera un bloqueo y pidieran tiempo para revisar las distintas propuestas y promover un debate “a fondo”. Un debate que lleva años, en la congeladora hay otras 22 iniciativas que buscan recortar el financiamiento a los partidos, que este año recibirán más de 11 mil 904 millones de pesos.

Todo se reduce a un juego de simulaciones. En enero pasado, cuando se empezaron a resentir los efectos del gasolinazo y las protestas sociales, fue el propio PRI quien envió una iniciativa al Congreso para reducir los recursos que reciben los partidos. Sin embargo, posteriormente bloquearía con el apoyo del Partido Verde, la posibilidad de que se aprobara esa reforma electoral, que se buscaba entrara en vigor en 2018, cuando se elegirá presidente de la República.

 

Una democracia cara y mala

Lo que hoy tenemos es una democracia cara y mala, y los partidos cada vez están peor, coinciden en señalar ciudadanos y especialistas. Incluso, el recientemente fallecido politólogo italiano Giovanni Sartori ya se refería al desencanto de la democracia en su texto Qué es la Democracia, donde diferenciaba la democracia política, social y económica.

Y hay más datos para el desencanto. Hoy, el INE perfila solicitar como presupuesto para el próximo año 25 mil 45 millones de pesos, que supera en casi 10 mil millones de pesos, los más de 15 mil millones que solicitó el año pasado. Así, en 2018 se utilizarían 18 mil 256 millones para el gasto operativo del INE y 6 mil 788 millones para financiar a los partidos políticos. Un proceso electoral que arranca formalmente el próximo 8 de septiembre para elegir jefe del ejecutivo, miembros de las Cámaras de Diputados y Senadores además de realizar 30 elecciones locales.

El diputado Agustín Basave Benítez, ex presidente nacional del PRD asegura a Siempre! que una prioridad es abaratar los comicios, “ser elecciones más breves, acabar con la cascada de spots y abrir verdaderos debates entre los candidatos, no spots. Buscar todas las formas para que nos cueste menos a los mexicanos, porque tenemos una democracia cara y mala”.

Para el académico regio, el Instituto Nacional Electoral también ha resultado demasiado costoso “primero lo hicimos a prueba de desconfianzas y eso cuesta: la credencial de elector, el padrón con fotografía; luego creció mucho la burocracia y acabamos con una mezcla entre la propuesta original de crear un INE nacional único, acabar con los órganos locales electorales y lo que pidieran los señores feudales, los gobernadores, para quedar al final de cuentas con un Frankenstein”.

“Quedó el INE nacional pero no desaparecieron los Organismos Públicos Locales OPLES, y eso cuesta mucho, además de que no sirve porque en buena medida son manipulados por los gobernadores en turno”, asegura el especialista.

Y es que las cifras hablan, tan solo en los cuatro estados en donde hubo comicios —Nayarit, Estado de México, Coahuila y Veracruz— el costo promedio por sufragio fue de más de 200 pesos.

 

Voto blanco

En octubre de 2015, Basave Benítez, el entonces aspirante a la dirigencia del PRD, presentaba la iniciativa “voto blanco” para “castigar” a los partidos para que, entre más alto sea el porcentaje de los votos nulos o en blanco en cada elección, menos prerrogativas fueran entregadas a los institutos políticos.

Proponía que se incluyera un espacio para el voto blanco, para el elector que está inconforme con los partidos, cruce el espacio y se contabilice y se resta al listado nominal. La comisión de Puntos Constitucionales agrupó su propuesta junto con la de Pedro Kumamoto en una sola, que hoy duermen el sueño de los justos.

El politólogo puntualiza al semanario “hay quien puede decir que sería erróneo quitarle presupuesto a los partidos sin antes haber hecho más barata a nuestra democracia, pero también ha crecido mucho en burocracia, gastan demasiado dinero. Yo lo sé, porque fui presidente nacional del PRD y sé que los partidos pueden ahorrar dinero”.

“Por eso, la idea de mi iniciativa, primero es empoderar al ciudadano, darle un instrumento para castigar a los partidos políticos, a la partidocracia cuando se alejara de la ciudadanía. Ahora, si anulan su voto eso no tiene consecuencias, sin embargo yo le doy una consecuencia a la anulación del voto porque agrego un recuadro a la boleta electoral que dice voto blanco. Si lo cruzas es que no es un voto nulo accidental, es un voto nulo deliberado y a mayor cantidad de votos nulos, menor dinero a los partidos políticos”.

“Es un incentivo para que los institutos políticos se acerquen a la sociedad, es un estímulo para que los partidos se pongan las pilas y se acerquen a la gente y la representen. Sería bueno avanzar en este camino, si los partidos no están de acuerdo en reducir a ese grado el financiamiento porque estamos hablando de reducirlo a la mitad, entonces discutámoslo en la Comisión de Puntos Constitucionales y hagamos una reducción menos drástica, pero es imperativo hacer una reducción”, señala el doctor en ciencia política.

“Desgraciadamente no se aprobaron estas reformas, el hecho de que rompieran el quórum en la Comisión de Puntos constitucionales al final del periodo anterior, era con el propósito de que ya no se hiciera nada para estas elecciones, pero insisto, debemos hacerlo para las siguientes”.

 

Ni crimen organizado, ni gran capital

Lo real, asegura Basave Benítez, “es que no hay voluntad política de los partidos políticos, particularmente del PRI, que es el partido que tiene la mayoría en la Cámara de Diputados y que él solo puede romper el quórum en una comisión, además con el Partido Verde. Te insisto, ya no se hizo para estas elecciones pero vayamos preparando algo más de fondo para los próximos comicios porque las cosas ya no se pueden quedar como están”.

El autor de México Mestizo y Mexicanidad y esquizofrenia, puntualiza, “soy un parlamentarista y México necesita ir hacia un régimen parlamentario, no nada más al gobierno de coalición que es lo que está de moda, se debe ir más allá pero es un asunto de fondo. Por lo pronto hagamos que nuestras elecciones sean menos costosas y no se traslade el origen del dinero a la iniciativa privada o a manos privadas porque eso conlleva el riesgo que se meta de lleno el dinero del crimen organizado. Si somos más optimistas van a ser los grandes empresarios y a final de cuentas la representación política va a quedar controlada, cooptada por el gran capital y eso no es bueno para la democracia. Hay que seguir el modelo europeo más que el gringo”.

2018, proceso electoral ríspido

Asegura el legislador perredista que para los próximos comicios, habrá que estar muy alertas frente a las opciones y candidatos que presenten los distintos partidos, “en México la opción de los independientes, se ha gastado mucho, ya no es lo que era hace dos años que todo mundo pensaba que podía ser el camino, hoy es una marca, valga la expresión bastante devaluada”.

“Sin embargo, podría resurgir, podría haber alguien que por la vía de los independientes llegara con un discurso parecido al de personajes como Donald Trump, también podría darse incluso dentro de un partido político pero creo que México no se encuentra ante ese escenario”.

Apunta que estamos ante lo que seguramente será un candidato del PRI apoyado por sus partidos satélite como es el Verde y “un candidato que ya está en la boleta prácticamente, que es Andrés Manuel López Obrador. Quizá si se logran poner de acuerdo el PAN, el PRD y el MC en un frente amplio, con su propio candidato, aunque todavía resulta incierto”.

Lo que sí ya está es la polarización, asegura, “ya hay crispación, eso creo que se va a dar de cualquier modo, porque además estamos ante el agotamiento del régimen y eso genera mucha turbulencia y el propio régimen priista que no quiere dejar el poder y quiere hacer hasta lo imposible por permanecer”.

“Para mí el PRI debe salir del poder, ya le ha hecho bastante daño a México y debe haber un cambio no de gobierno si no un cambio de régimen, pero eso se puede quedar en buenos deseos si no hay organización y generosidad de parte de la oposición”, finaliza.