La Procuraduría General de la República (PGR) investiga al menos 10 organizaciones criminales con presencia en la capital y municipios conurbados del Estado de México, según informes de inteligencia de la Marina y el Ejército.
Información publicada hoy por Reforma señala que estas bandas están dedicadas al narcomenudeo, el secuestro y la extorsión, entre otras actividades ilícitas.
Además de que las pugnas entre células de estos grupos han dejado decenas de ejecutados principalmente en los municipios mexiquenses de Chalco, La Paz, Neza, Ecatepec, Tlalnepantla y Naucalpan, así como en las delegaciones Tláhuac, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa, Tlalpan y Azcapotzalco.
Los números del Ejecutómetro de Grupo Reforma, de enero a julio de este año, contabilizan más de 330 narcoejecuciones en la capital del país y municipios conurbados.
Mientras que, por su parte, la organización civil Semáforo Delictivo alertó que en la CDMX, sólo en el primer semestre de 2017, se incrementaron los homicidios un 21% en comparación con el mismo periodo de 2016.
Santiago Roel, director de la organización, advirtió que “si queremos avanzar en la solución a toda esta violencia, es muy importante que primero se reconozcan los problemas”.
Hasta el pasado 20 de julio la ciudad de México parecía estar blindada de los enfrentamientos al estilo narco; sin embargo, en una escena inédita, Felipe de Jesús Pérez Luna, “El Ojos”, líder del llamado cártel de Tláhuac –dedicado al narcomenudeo, secuestro, extorsión y despojo, fue abatido durante un enfrentamiento con integrantes de la Marina-Armada de México.
Además de la muerte de “El Ojos”, ocho personas perdieron la vida y como respuesta los criminales realizaron una serie de bloqueos y quemaron vehículos. Las autoridades aseguraron dos pistolas, cuatro bombas Molotov, 47 mototaxis y 300 gramos, al parecer, de marihuana.
Ante la magnitud de estos hechos, en la Ciudad de México se pone sobre la mesa nuevamente el debate sobre la presencia de los carteles del narcotráfico y sus zonas de influencia, algo que el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, y las autoridades locales, minimizan y niegan argumentando que solo se trata de asociaciones delictivas con presencia en delegaciones como Xochimilco, Milpa Alta, Iztapalapa, Coyoacán y Álvaro Obregón.
(Con información de Reforma y Nación 321)
