Desde que Donald Trump anunció que impondría sanciones a los estados que no respetaran su política migratoria, no ha parado de recibir críticas severas, sobre todo de las llamadas “ciudades santuarios”. Este martes, las cosas ya se fueron hasta la corte. Chicago se convirtió en el primero en demandar al mandatario estadounidense por su amenaza de retener los fondos para seguridad.

El alcalde Rahm Emanuel presentó una demanda de 46 páginas en la Corte Federal de Distrito en Chicago, en una acción que consideró como una contramedida a los chantajes que el magnate inmobiliario quiere imponer en esa ciudad con la clara intención de cambiar sus valores.

Trump busca hacer que las llamadas “ciudades santuarios” cambien de actitud y se apeguen a su política de control migratorio que busca criminalizar a los indocumentados. Esto supone que cuando alguien es detenido bajo sospecha de ser migrante, la policía tiene que cuestionar su estatus y detenerlo como medida de seguridad.

En Estados Unidos hay ciudades que no aplican esta regla y se han ganado el membrete de “ciudad santuario”, que también significa que no cooperan con la persecución de personas que viven en Estados Unidos sin autorización.

Chicago es una de estas ciudades, donde se considera inconstitucional los condicionamientos para recibir subvenciones, las cuales se destinan a seguridad pública y que incluye entre otros requisitos compartir información con los federales de inmigración.

La alcaldía está recibiendo ayuda jurídica y de representación por parte de dos despachos jurídicos que están trabajando de manera gratuita. Con la demanda ya interpuesta, Chicago podrá al menos congelar la política federal y continuará recibiendo los fondos hasta en tanto se aclare el caso.

Chicago ha recibido este tipo de subvenciones desde 2005, el más reciente por $2.3 millones el año pasado, que se han utilizado para la compra de vehículos y equipo policial.