El heredero y líder de facto de Samsung, Lee Jae-yong, ha sido condenado por un tribunal de Seúl a cinco años de cárcel por su implicación en el caso de corrupción de la “Rasputina”, aunque la fiscalía solicitaba 12 años de prisión por los cargos. No obstante, sus abogados no han aceptado el fallo y han asegurado que recurrirán “pronto”, recoge la agencia local Yonhap.

Lee, de 49 años, permanecía detenido desde mediados de febrero, cuando la fiscalía presentó cargos contra él por los delitos que habrían permitido a Samsung obtener un trato de favor por parte de las autoridades. Así, la sala 417 del tribunal de Distrito Central de Seúl ha probado que Lee entregó sobornos a la ex presidenta surcoreana Park Geun-hye con la expectativa de obtener favores del Gobierno en su consolidación como líder del grupo, entre otras infracciones.

La justicia surcoreana dictaminó que Lee estuvo involucrado en la donación por parte de su empresa de 7.200 millones de wones (5,4 millones de euros) para la financiación del programa de equitación en Alemania de la hija de Choi Soon-sil, apodada la “Rasputina” y considerada el cerebro de la trama de corrupción que desencadenó la destitución y arresto de la exmandataria de Corea del Sur.

El heredero del mayor conglomerado empresarial del país asiático fue hallado también culpable de malversar 6.400 millones de wones (4,8 millones euros), ocultar activos en el extranjero y perjurio por haber dado varias versiones en sus comparecencias judiciales, aunque Lee mantiene su inocencia ante estos cargos.

El proceso judicial de Lee, que comenzó el pasado 9 de marzo, ha causado gran expectación en el país asiático, donde se refieren a él como “el juicio del siglo” por las repercusiones que pueda tener en la imagen del mayor conglomerado surcoreano que aporta el 20% del PIB nacional y su posible influencia en la futura sentencia sobre la ex presidenta Park. Más de 450 personas se apuntaron esta semana en el sorteo para conseguir uno de los 30 asientos disponibles en la última sesión del proceso para presenciar en directo la lectura del dictamen, en la que se ha prohibido el acceso de fotógrafos y cámaras de televisión.

El tribunal de Seúl decretó también cuatro años de prisión para otros dos ejecutivos del grupo Samsung por su implicación en el caso.