La población de Luisiana, aún con el terrible recuerdo dejado por el Huracán Katrina en 2005, se prepara para la envestida de la tormenta tropical Harvey, que continúa dejando copiosas lluvias en el extremo sureste de Texas y avanza ahora hacia el estado sureño, meca del soul y el blues.

Las últimas informaciones oficiales las ha dado el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en su boletín de las 12.00 GMT: la tormenta presenta vientos máximos de 45 millas por hora (75 km/h) y se encuentra a 25 millas (40 kilómetros) al oeste-noroeste del lago de Charles (Luisiana) y a 30 millas (50 kilómetros) al noreste de Port Arthur, en Texas.

Se mueve hacia el norte con una velocidad de 9 millas por hora (14 km/h) y se espera un “debilitamiento gradual” del sistema y su “degradación a depresión tropical esta noche”. Según un probable patrón de trayectoria, el ojo de Harvey se moverá a través de la parte baja del valle del Misisipi y de Tennessee.

Con todo, los meteorólogos advierten de que Harvey podría producir nuevas lluvias con acumulaciones de 7 a 15 centímetros hasta el viernes, desde el suroeste de Luisiana y la frontera al este de Texas, hacia el oeste de Kentucky, con acumulaciones aisladas de 25 centímetros.

“Mientras que la amenaza de fuertes lluvias han cesado en la zona de Houston/Galveston, la amenaza de graves inundaciones continuará alrededor del este Houston hacia el suroeste de Luisiana el resto de la semana”, alertaron los expertos del NHC.

El NHC insistió en alertar a la población sobre la importancia de “no intentar conducir en las zonas afectadas, evitar hacerlo por las carreteras inundadas y permanecer protegidos en un lugar seguro”.

El otro gran peligro es el aumento del nivel del mar en las zonas costeras, debido a la marejada ciclónica y las altas olas que provocan los fuertes vientos, y en algunas zonas se esperan aumentos del nivel del mar hasta un metro de altura.

Houston, bajo las aguas

Mientras tanto, en una Houston completamente anegada, las fuerzas de seguridad siguen intentando socorrer a la población, que empieza a ser consciente de que harán falta meses para recuperarse del desastre.

Las autoridades tejanas elevaron el martes la cifra provisional de muertos por el paso de Harvey a al menos 30 fallecidos aunque reconocieron que probablemente este guarismo aumentará, dado que las labores de rescate y las lluvias continúan.

De hecho, lo peor se espera para este miércoles y el jueves. Se estima que las crecidas de los ríos alcanzarán su pico máximo entre hoy y mañana. Además los expertos temen que al desbordamiento de la presa Addicks, que colapsó el lunes, se una el de la presa Barker, que se encuentra al oeste de Houston, algo que aumentaría aún más el nivel de las aguas que han llegado en algunos puntos a más de 130 centímetros.

Las autoridades estudian ahora si liberar agua de los embalses de forma controlada para evitar que puedan colapsar y romperse en alguno de sus puntos, lo que sería aún más dañino para la ya de por sí azotada zona norteamericana .

Por otro lado, las fuerzas de seguridad temen que se repitan las escenas de saqueo y pillaje que se han producido en los últimos días, razón por la cual el alcalde de la ciudad El alcalde de la Sylvester Turner, impuso el toque de queda durante la noche del martes al miércoles.