En los últimos años, Juan Villoro se ha convertido en el referente por excelencia no sólo de las letras nacionales, sino también del activismo y la difusión intelectual  en México. Se trata de un escritor en toda la extensión de la palabra; su obra comprende historias para niños, periodismo, narrativa, ensayo y dramaturgia, creando guiones, adaptando algún escrito para este fin o apoyando proyectos. Villoro incursiona de manera fascinante en el mundo del teatro llevando su genio frente a las butacas como creador, pero también como una especie de mecenas cultural. Aquí algunos ejemplos recientes y representativos.

Conferencia sobre la lluvia

Concebido como un monólogo de trascendencia extraordinaria, Conferencia sobre la lluvia construye un vínculo directo entre el actor y el espectador mediante un tema por demás entrañable: la relación entre la lluvia y la literatura. A través de las palabras de un bibliotecario alterado por no encontrar sus notas para dictar una conferencia sobre el mismo tema, Villoro nos adentra al laberinto nostálgico y emotivo que vive una persona inmersa en el mundo de los libros, la sensibilidad ante sus  aventuras amorosas, la devoción a las paginas y su postura frente a un mundo donde la soledad es el común denominador, todo ello enmarcado en una sutil y deliciosa atmósfera donde el tópico, aunque con sus diversas divagaciones, por supuesto, es la lluvia. 

El texto se encuentra publicado en Almadía y su estreno se dio en el año 2013 en el Foro Polivalente Antonieta Rivas Mercado, donde Diego Jáuregui encarnó al interesante personaje. Posteriormente, su presentación en El Colegio Nacional, institución de la cual es miembro su autor, la consagró como un éxito inmediato entre la intelectualidad mexicana, siendo después llevada al Centro Nacional de las Artes, contando ya con el primer actor Arturo Beristáin como protagonista. Por último, tuvo una breve temporada en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, repitiendo el mar de aplausos al final de la representación. Actualmente no se tienen noticias de una nueva temporada, pero seguramente habrá de volver a la luz esta fantástica propuesta para oír llover con las letras del apasionado de Nervo.

El diccionario

En junio de este año, El Colegio Nacional engalanó su Aula Magna con una obra escrita por Manuel Calzada y coordinada por Villoro para presentarse en el recinto. Esta ocasión El diccionario llevó ante los ojos del público la historia de María Moliner, una mujer admirable que fue autora del Diccionario del uso del español, un proyecto al que dedicó 15 años de su vida y que fue reconocido como el mejor de su tipo por grandes personalidades y especialistas del mundo de la bibliografía; Gabriel García Márquez escribiría de ella un hermoso articulo en El País titulado La mujer que escribió un diccionario. A pesar de su muy destacada labor, la Real Academia Española se negó siempre reconocerla como miembro, además de que sufrió en carne propia la dictadura de Franco e importantes perdidas personales y, al final de su vida, tuvo que lidiar con la perdida de memoria. Todo esto retrata la obra impulsada por el también Premio Herralde de Narrativa

A pesar de que la primera temporada de la puesta en escena ha concluido, El Colegio Nacional abrirá una nueva a partir del 5 de septiembre; al igual que todas sus actividades será de libre acceso y contará al final de cada función con un dialogo entre miembros del organismo, invitados especiales y el elenco, del cual vale destacar la notable actuación de Luis Huertas en el papel de María Moliner.

La desobediencia de Marte

Incursionando en las delirantes relaciones científicas, Villoro deleita los escenarios  ahora con La desobediencia de marte. Se nos presenta la historia de la volátil amistad entre Johannes Kepler y Tycho Brahe, un afecto que no esta exento de rivalidades y competencias mutuas en que dejaran ver en ellos su semblante más humano a la par de su brillantez. Entre una escenografía muy bien lograda y grandes momentos de metáforas literarias, Joaquín Cosío y José María de Tavira protagonizan este apetecible idilio salido de la pluma del gran mago y heredero del oficio de escribir. La experiencia puede vivirse los fines de semana en el Teatro Helénico.