A través de acuarelas, témperas, objetos, máscaras, manuscritos, documentos y libros, la exposición Xul Solar. Panactivista, instalada en el Museo de Arte Carrillo Gil, plantea la vida, los intereses y las búsquedas de un artista utópico, vanguardista e irrepetible, cuyo nombre real fue Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari (1887-1963).
El artista argentino es considerado como uno de los principales representantes de la vanguardia latinoamericana del siglo XX, así lo define Paula Duarte, subdirectora del recinto museístico, quien, asevera, fue un singular creador, que se puede definir como transversal, quien no sólo se dedicó a su exploración por las artes, sino que además “tenía una veta mística y literata que fue muy importante dentro de su creación plástica”.
Montada en la segunda sala del museo, la exposición proveniente del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de Buenos Aires, es realizada con motivo de los 130 años del nacimiento del artista, reconocido por su capacidad de inventar idiomas, imaginar ciudades y reinventar el I Ching en su búsqueda por descifrar la metafísica de las cosas.
Las más de 100 piezas que integran la exposición invitan al público mexicano a sumergirse en el mundo de Xul Solar, quien viajó por Europa, regresó a Buenos Aires, y mantuvo estrecha amistad con Jorge Luis Borges, Emilio Pettoruti y Leopoldo Marechal.
Asimismo, traslada al visitante por sus estudios para facilitar el aprendizaje y le presenta sus principales invenciones: el juego del panajedrez, dos lenguas (panlengua y neocriollo), el teatro de títeres para adultos, la recreación de cartas del tarot, grafías plásticas, un nuevo sistema de notación musical, así como su habilidad para planear ciudades autosustentables.
La idea del montaje es entrecruzar su obra plástica con sus invenciones y modificaciones de todos los sistemas, pues Xul Solar se embarcó en transformar la escritura, la lengua, la notación musical y algunos instrumentos, buscando facilitar el conocimiento, el aprendizaje, la comunicación y el entendimiento entre las personas.
La muestra, curada por la argentina Cecilia Rabossi, es un recorrido exhaustivo que presenta las distintas facetas del artista: pintor, astrólogo, músico, visionario, transformador y “escribidor”, en cuyas indagaciones siempre se atravesaba lo místico y lo trascendente.
Arte y literatura: amistades, Músico visual, El mundo de las lenguas, Espacios habitables, Los místico, lo esotérico y lo oculto, y Plastiútiles. Una escritura plástica, son los seis núcleos que conforman las exposición que inicia a partir de unas fotografías en blanco y negro de Xul Solar, del que se expone su carta astral realizada por él mismo.
De los seis núcleos que integran la muestra, Paula Duarte destaca el de Espacios habitables, ya que en el apartado, Xul Solar decidió realizar una transformación y vinculación de la naturaleza muy sustentable con los espacios urbanos, creando ciudades totalmente imaginarias y trascendentales.
“Vuelvilla fue una ciudad utópica que plasmó Solar en una acuarela pintada en 1936, la cual pensó como una ciudad autosuficiente, una villa flotante o volante, capaz de resolver los problemas de superpoblación y contemplar las necesidades del hombre”.
Otro de los núcleos que sobre salen es Músico visual, en el que se muestra la experimentación del artista con la escritura musical, pues modificó la forma de las notas y la armadura de clave, y hasta transformó el pentagrama en hexagramas y heptagramas.
“Xul Solar es una exposición muy importante, totalmente un parteaguas de las relaciones con el arte argentino. Es quizás la primera exposición individual de un artista tan relevante, de la vanguardia que se presenta de manera completa, en cuyos núcleos se podrán ver las relaciones del artista con personalidades muy importantes de la cultura”.






