Ricardo Venegas
La naturaleza breve del hai-kú nos da un ejemplo de cómo la palabra puede, a través de un destello, cambiar el rumbo de la mirada de quien lo ha leído. Tal es el caso de la poesía de Margarita Losada Vargas (Neiva-Huila, Colombia, 1983), una de las autoras más jóvenes de su país (la patria de grandes poetas como José Asunción Silva, Porfirio Barba Jacob y León de Greiff, y más actualmente voces como la de Juan Manuel Roca, William Ospina,
María Mercedes Carranza o Rafael del Castillo, por citar algunos) que con una búsqueda muy original nos entrega en Mejor arder (Común presencia editores), un volumen de poemas con un lenguaje en apariencia cotidiano, pero que a segunda vista luce sofisticado: tocar sin ser tocado. Se ha dicho que su poesía “se inscribe dentro de la llamada filosofía del lenguaje, en una línea nominalista que pregunta por el ser de la palabra con agudeza y originalidad. Esta poesía de raíz romántica y simbólica nos da acceso a la experiencia, a la experiencia vivida pero no conocida”. Para entender lo anterior hay que leerla. El poema “El origen del objeto” ilustra bien lo antes dicho: “la araña/ no teje la red/ une los puntos de la ausencia/ para darle/ una forma a la nada”. Margarita ha encontrado en el lenguaje mismo el ser de la poesía, una realidad que parece enunciarse en versos que no pretenden el ruido ni el aspaviento; por el contrario, pareciera, en palabras de Heidegger, que en su búsqueda “el ser se revela más cuando se oculta”. Hay un nombre que se le ha dado a lo innombrable, al vacío del hombre que deambula por las calles del mundo: “El instante preciso” lo consigna: “pienso en la palabra/ que no llegó a su destino/ en la mirada que por azar/ se detuvo un segundo antes/ de encontrar los ojos deseados/ pienso sobre todo/ en la noche que ya no volverá/ y en las veces que mi vida/ hubiera sido otra vida/ si hubiera estado/ en el instante preciso”.
Margarita Losada Vargas estudió psicología en la Universidad Surcolombiana y la Maestría en Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana. Obtuvo la Primera Mención de Honor en el Concurso Nacional “La poesía de los objetos”, convocado por la Casa de Poesía Silva (2012), y la Mención de Honor en las categorías de Pensamiento y Cuento de Nunca Acabar en el III Concurso Internacional de Microtextos “Garzón Céspedes”, convocado desde Madrid por la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (Ciinoe), y desde México por Comunicación, Oralidad y Artes (Comoartes). Ha presentado ponencias sobre sus investigaciones en países como Chile, Estados Unidos y Trinidad y Tobago, además de haber publicado análisis literarios en las revistas: Justa de México, Javeriana Estéreo y Código. Actualmente ejerce la psicología y la docencia universitaria.
Margarita Losada Vargas, Mejor arder. Común Presencia Editores, Bogotá, Colombia.


