Miguel León-Portilla es un notable filósofo e historiador que ha dedicado más de 60 años, de los 91 que cumplió el 22 de febrero de este año, a revalorar las culturas indígenas, tanto prehispánicas como contemporáneas, y que en su libro más conocido, La visión de los vencidos (1959), da voz y rescata el pensamiento de los que fueron conquistados por los españoles.
“No voy a leer nada, por una simple razón: padezco un problema degenerativo de la retina. Si el cielo me ha mandado este mal, el cielo también me ha mandado un bien, que es el de la memoria. No he aprendido el discurso, pero lo voy a leer desde mi cabeza”, de esa manera inicio su discurso, el experto en filosofía náhuatl, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al recibir el día de ayer el grado de doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla.
Tras recibir el libro de la Ciencia, la medalla, el birrete, el anillo y los guantes propios de la investidura como doctor honoris causa en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, León-Portilla reflexionó sobre las conexiones entre México y Sevilla a partir de las obras que realizaron Nicolás Monardes desde la farmacología; Bartolomé de las Casas, con la defensa de los indígenas; y Antonio de Lebrija, con sus estudios de la gramática de la lengua castellana.
Como uno de los más grandes historiadores del siglo XX y una voz sonora en la defensa de los pueblos indígenas, fue definido Miguel León-Portilla durante la ceremonia en la que asistió el rector de la UNAM, Enrique Graue; el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro Arroyo, encargado de realizar la toma de “la promesa” y la entrega de las insignias, así como Ramón María Serrera, catedrático de historia de América, quien a pesar de no estar presente, hizo la propuesta de investidura al departamento de América de la Facultad de Geografía e Historia de esa universidad ibérica a través de un video.
“Clarísima lucidez y madurez intelectual su magisterio, por eso no debe extrañar que al historiador se le haya otorgado los más relevantes premios nacionales e internacionales”, señaló en el video María Serrera, durante la lectura de la laudatio (exposición de motivos para conferir ese honoris causa).
En un acto sin precedentes, el antropólogo, historiador y filólogo Miguel León-Portilla recibe Honoris Causa de @unisevilla. | @UNAM_MX pic.twitter.com/HSvAHDf9gf
— MÉXICO AL DÍA (@mexaldia) 3 de agosto de 2017
Por su parte Enrique Graue, definió a Miguel León Portilla como una leyenda y toda una institución, un historiador y filólogo que dio voz a los vencidos y creó, mediante sus estudios de la poesía, las lenguas y la historia indígenas, una nueva forma de literatura: una literatura que no sólo narra, sino que reconstruyó la historia de México abriendo nuevas perspectivas a nuestro pasado y dándole orgullo y estampa a nuestro presente.
Miguel León Portilla nació el 22 de febrero de 1926, en la colonia Santa María la Ribera, en la Ciudad de México. Doctor en Historia por la UNAM, es experto en materia del pensamiento y la literatura náhuatl, lo que le ha valido ser nombrado investigador emérito de la Universidad Nacional, formar parte de El Colegio Nacional y las academias mexicanas de Historia y de la Lengua, así como la recepción de la Medalla Belisario Domínguez y más de 20 doctorados Honoris Causa.
Lee, habla y escribe en inglés, francés, alemán, italiano y portugués, además de leer latín y griego. Sin embargo, León-Portilla desde joven su pasión fue el náhuatl, el cual aprendió para comprender esa vasta cultura, porque en ella encontró concepciones, símbolos y atisbos de profundidad que le dieron un nuevo sentido y un apoyo a su vida.
Su vasta obra recoge y estudia las creencias, las tradiciones y el pensamiento de estas culturas. Entre sus libros más importantes cabe destacar La filosofía náhuatl (1956), Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares (1961), El reverso de la Conquista (1964), Trece poetas del mundo azteca (1967), Nezahualcóyotl. Poesía y pensamiento (1972), Literaturas indígenas de México (1992) y Quince poetas del mundo náhuatl (1994).
Su obra seguirá destacándose por revelar el pensamiento profundo de los antiguos mexicanos, que inaugura un estilo muy personal de acercamiento a los textos; buscando en la discursividad de la lengua la orientación del conocimiento prehispánico; analizando la poesía que, liberada de su lastre referencial, expresa con plenitud la singularidad del ser indígena; defiende la autonomía de los pueblos indígenas y recoge poemas en sus lenguas, tanto antiguos como modernos, en un afán de conservar su pureza y su naturalidad.
“Para guiar a los hombres que aquí habrían de vivir era necesario rescatar la raíz de la antigua cultura, el testimonio del recuerdo, la conciencia de la historia”, expresó Miguel León-Portilla, durante un homenaje realizado por la UNAM para celebrar su 90 aniversario.
El humanista el historiador Miguel León-Portilla , Honoris Causa por la Universidad de Sevilla en la @UNAM_MX https://t.co/4Noen8Kh9M pic.twitter.com/ihnaLnayre
— Universidad Sevilla (@unisevilla) 3 de agosto de 2017