Han pasado 80 años de que un grupo de artistas de talento excepcional dieron origen al Taller de Gráfica Popular (TGP), cuyo propósito central era apoyar las luchas sociales de ese tiempo mediante la elaboración y difusión de carteles, mantas, folletos, volantes y toda suerte de material propagandístico.

El TGP surgió en abril de 1937, como una sección del Taller Escuela de Artes Plásticas de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, la LEAR, a la que sobrevivió después de la extinción de ésta en 1938. Desde su nacimiento, la Gráfica Popular, como también se conoce a la institución, recogió e hizo suya la dilatada herencia del grabado mexicano, que en su árbol genealógico tenía caricaturistas e ilustradores de la talla de Joaquín Giménez “El Tío” Nonilla, Gabriel Vicente Gahona Picheta, Manuel Manilla y, por encima de todos, José Guadalupe Posada, patrono del grabado mexicano cuyo influjo marcaría la vida del Taller y su producción.

Sin embargo, a pesar de haber concebido a auténticos iconos de gráfica no solo mexicana sino mundial, el TGP carece de subsidios, así como de un proyecto de difusión, exhibición e investigación de sus archivos, aseveró en entrevista para el diario El Excélsior, el crítico de arte Alberto Híjar, quien además alertó sobre la inminente extinción del legendario taller.

“Ya no hay nada qué hacer por esa camarilla de grabadores que subsiste en un viejo inmueble de la colonia Doctores, a la sombra del esplendor que alguna vez tuvo el grupo”, apunto el teórico.

A mediados de los años 50, la agrupación entró en crisis y salieron de ella varios de sus fundadores, quienes de esa manera daban por terminada la vida del TGP. Sin embargo, Alberto Híjar, sostiene que sigue existiendo como institución y conserva un archivo de más de mil placas originales y una archivo gráfico enorme, extraordinario.

Híjar recuerda en el texto, cuando el TGP se desprendió de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) que agrupaba a trabajadores de la cultura de muy diversas tendencias. “Los mismos fundadores de la LEAR, Luis Arenal, Leopoldo Méndez y Pablo O’Higgins, crearon el Taller de Gráfica Popular con una escueta declaración de principios para ponerse al servicio de las luchas de los pueblos del mundo”.

Rememora Híjar la primera separación que tuvo el TGP en 1947, debido a que importantes miembros del TGP se unieron al Partido Popular por Vicente Lombardo Toledano. A partir de ahí varios importantes miembros de la primera y segunda generación se sucumbieron y acabaron separándose.

“La gota que derramó el vaso fue un desayuno que la dirigencia del TGP organizó para el presidente Adolfo López Mateos, mientras las cárceles estaban llenas de presos políticos, incluido Siqueiros”.

En 1967 con la llegada de Jesús Álvarez Amaya, dice el critico de arte, se convirtió el TGP en un centro de limitantes políticamente, ya que durante los 30 años de gestión del también muralista, el taller careció de nuevas propuestas y proyectos.

Asegura que a pesar del difícil panorama de vida que tiene el taller, sigue existiendo como centro de enseñanza y producción de grabado, “sigue haciendo un trabajo colectivo y es una centro de discusión sobre producción artística. Entonces sigue cumpliendo con su función”.

Para celebrar estos 80 años de vida, el Taller de Gráfica Popular celebra con una exposición en las Rejas de Chapultepec, que permanecerá hasta el 3 de septiembre. Es integrada por la reproducción en gran formato de 58 grabados y carteles, y es curada por el mismo Alberto Híjar.