La fotografía social tiene un objetivo afuera y adentro de esta misma disciplina, su tarea, aparte de congelar los acontecimientos cotidianos, esté en inmortalizar aquellos personajes en su condición natural y por supuesto del resto de las actividades artísticas “arte social o arte realista”, la retórica constituye en evidencias referentes al entorno donde se desdobla los adventicios, los atuendos no instruidos bajo la lente que constituyen una evidencia de las condiciones y el medio en que se desentraña el ser humano de manera colectiva o individual. El objetivo es hacer recapacitar una conciencia social que no es otra visión que solidaridad en su lenguaje por mostrar el ambiente con denuncia, realidad con intención de producir un cambio o mejor una transformación unificado a un escenario de mayor comprensión humana.
Fotógrafa y editora de libros de arte, Susana Casarin (Ciudad de México), ha participado en 42 exposiciones colectivas en nuestro país y en Alemania, Estados Unidos, España, Francia, China e India. La egresada de la carrera de Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco, formó parte de la exposición “La Mirada de 45 Fotógrafos Mexicanos” que emprendió la Fundación Pedro Meyer en el Museo de Guangdong, China. Ganadora de la beca de co-inversión del Fondo para la Cultura y las Artes, 1999; el año 2000 su libro Humo de Leña. Los panaderos de Veracruz (Instituto Veracruzano de la Cultura, Universidad Veracruzana y el FONCA) se evidenció una serie de fotografías, en blanco y negro, a los panaderos, sus propias familias, atmósferas concernientes a las panaderías de horno de leña en Coscomatepec, Naolinco, Tlacotalpan, Xico, en el estado de Veracruz. Este trabajo visual-social es considerado por el diario Reforma un sobresaliente libro de fotografía.
Realidades y deseos es un proyecto de fotografías que Susana Casarin inició en el año 2005, forma parte del cortometraje Ti Muxe, documental mexicano del director Javier Solórzano Casarin, que se desarrolla en el sur de México en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, este documental es un trabajo unido gracias a la magnífica narrativa-fotográfica de Susana Casarin. Realidades y Deseos, imágenes personales y colectivas, “Mushe”, un género que precisa a una persona nacida con sexo masculino que se apodera de esas conductas femeninas; estos personajes que hablan a través de las imágenes captadas por la fotógrafa Casarin muestran el entorno social y personal-herido-muxe corresponde a la diversidad sexual. Historias tan particulares que expresan hábitos ajustados y fusionados en la sociedad que los encapsula a un micromundo donde recrean cualidades del poder SER. Realidades y deseos, un trabajo de imágenes invitándonos a examinar nuestras propias conciencias para tener una voluntad de alta reflexión humana, escribe el doctor Arnaldo Kraus. “IV. El cuerpo como casa”: “El cuerpo como casa es la historia de la propia vida. Dentro de su piel todo sucede. Esa piel, la que alberga los muebles de la existencia, la que escucha y arriesga, es porosa al lenguaje interno. Para muchos travestis, abrir el alma significa atender el ritmo interno del cuerpo”.
En Realidades y deseos (Artes de México; colección Luz portátil, Secretaría de Cultura), estética y grafía involucra ese micromundo de atmósferas, sensualidades y sensaciones tan humanas de todo ser vivo que se tejen intrínsecamente con una fuerte necesidad de vivir. Concentrarnos en la exposición de una realidad social sea cual fuera el motivo de metamorfosis visual. Casarin nos orienta a un análisis de diversidad social, adentrarnos en investigar lo que comunmente se escucha en término coloquial “anormal” en referencia a la metamorfosis sexual es una constante de debates. Analizar las fotografías que explora a partir del hábitat jerarquizado desde donde se categoriza a los Mushes, “Personas diferentes”, una forma de contender tópicos que toleran estereotipos que de forma pragmática se transforma en actitudes y conducta, estigmatizan la diferencia.
Hoy en nuestros días uno de los temas de debates constantes que debemos tomar consciencia, es, como el médico Kraus lo expone, “IV. El cuerpo como casa”: “El cuerpo es santuario o autodestrucción. La Tierra no elige. El cuerpo puede elegir otra tierra, una casa distinta, el cuerpo como casa”.