Durante la Guerra Civil estadounidense dos bandos lucharon por imponer su forma de gobierno, una de ellas fue con el concepto liberal de los estados de la Unión y otro fue bajo la tendencia esclavista de los estados del sur, que por cierto promovían su independencia. Esto fue en 1861, y culminó cuatro años después en Appomattox con la victoria de los primeros. Sin embargo, este fin de semana, el espectro de Robert Lee, el legendario líder secesionista, resurgió en Charlottesville, Virginia, donde se encuentra su estatua, misma que es usada para cultos de grupos supremacistas que favorecen políticas antimigratorias y extremistas.
Ahí, se congregaron numerosos miembros del grupo denominado Unite the right, liderado por Richard Spencer. Esta agrupación considera a Lee como un baluarte del pensamiento supremacista y han defendido con sus movilizaciones la intención de remover su estatua considerada como una imagen del más puro esclavismo sureño. El sábado pasado sus adeptos realizaron un mitin que las autoridades consideraron ilegal y procedieron a desalojarlos, a lo cual se resistieron.
“No podemos permitir que funcionarios corruptos supriman la libertad de expresión”, dijo en una entrevista Spencer, de 39 años, fundador del concepto Alt-right,que defiende la herencia blanca europea y ha repuntado en la Unión Americana, a partir de la llegada de Trump .
A los forcejeos, siguieron los enfrentamientos con miembros de grupos afroamericanos y antifascistas que protestaban contra esa congregación. Aprovechando el tumulto, un simpatizante neonazi arrolló con su auto a un grupo de personas causando la muerte de una mujer e hiriendo a doce más.
Este martes, el presidente Donald Trump, que ha dejado entrever una simpatía hacia este tipo de agrupaciones extremistas y antimigratorias, condenó las acciones de grupos neonazis y de violencia racial como el Ku Klux Klan (KKK) tras la tragedia sucedida el sábado en Charlottesville (Virginia) a raíz de las marchas de supremacistas blancos. “El racismo es el mal y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis y otros grupos de odio que son repugnantes a todo lo que queremos en Estados Unidos”, dijo Trump durante una breve declaración en la Casa Blanca.
Sólo para que lo sepan: Esto fue más bien una rectificación hecha por el magnate rubio luego que el sábado pasado se mostrara casi impávido ante el incidente. Lo más curioso de todo fue que la rectificación no provino de él por propia convicción, sino que fue una acción que su propia administración le impuso para tratar de evitar el ya de por sí gran deterioro de su imagen y de su gobierno.
FOX NEWS EXCLUSIVE: President Trump ‘seriously considering’ a pardon for ex-Sheriff Joe Arpaio https://t.co/Rgw8l7i9Xl
— FOX & friends (@foxandfriends) 14 de agosto de 2017

