Se acabó. Estados Unidos no es más el país de los sueños. Apenas habían pasado 24 horas cuando el presidente Donald Trump había anunciado que eliminaría el programa DACA, que significa Acción Diferida para Llegados en la Infancia y este martes, logró su cometido al convencer al Congreso de derogar esta medida que fue habilitada por Barack Obama hace cinco años.

Esta iniciativa beneficiaba a más de 800 mil jóvenes llamados dreamers, porque habían llevado una vida en Estados Unidos de la mano de sus padres y familiares que vivían en ese país. Es gente que esta más adaptada al modo de vida norteamericano y que, en muchos casos, se han desprendido en gran parte de su país natal México.

Estamos hablando de que al menos 622 mil 170 jóvenes indocumentados mexicanos, que hasta el momento habían podido vivir tranquilamente en Estados Unidos y que ahora podrían ser deportados a un país que no ha sido el suyo en mucho tiempo y que además no sabe cómo acogerlos.

El DACA permitía a estas personas que pudieran obtener un número de seguridad social, una identificación estatal e incluso permiso para trabajar de forma legal; todas esas ventajas nunca le gustaron a Trump y ya había advertido que restringiría estos beneficios en lucha contra la migración ilegal.

Sin embargo, todavía tienen una oportunidad de evitar la deportación y buscar la residencia legal en la Unión Americana, al menos durante dos años. Pasado ese periodo, pueden solicitar una renovación para permanecer en suelo estadounidense.

Según la cadena televisiva CNN, al menos 240 mil 700 personas han solicitado la renovación en el año fiscal 2017, y casi 800 mil renovaciones han sido aprobadas durante la existencia de DACA.

Sólo para que lo sepan: Donald Trump está eliminando este programa porque considera que promueve la inmigración ilegal. Según instituciones como el Left-Leaning Center for American Progress aseguran que la erogación de esta medida ocasionará la pérdida de al menos 800 mil empleos. También prevé que la economía estadounidense sufrirá una pérdida de casi medio billón de dólares en la próxima década.