El escritor norteamericano Benjamin Moser, revive a una de  las grandes figuras de la literatura universal con Por qué este mundo.

Clarice Lispector, literata brasileña de origen judío, que  es considerada la precursora de la última fase del modernismo en el siglo XX, nació en Chechelnik, Ucrania, el 10 de diciembre de 1920. A pesar de la locación de su alumbramiento, sus padres casi de inmediato emigraron a diferentes países como Moldavia y Rumania hasta conseguir, eventualmente, un pasaporte que les permitió viajar  a Brasil y establecerse formalmente ahí y adoptar su cultura.

Literariamente influenciada por gigantes como Machado de Assis, Dostoievski y Eca de Queiroz, Lispector desarrolló un estilo original mediante una estructura lírica aunado a una construcción detalla y compleja de personajes. Su trabajo abarcó novelas, cuentos y también literatura infantil, siendo Cerca del corazón salvaje, una de sus obras más aclamadas.

Es así, que bajo el sello de Siruela, Moser, que se ha embarcado en otras aventuras literarias alrededor de Lispector sobretodo en el mundo de la traducción, culmina en  Por qué este mundo la pasión extraordinaria que ha sentido por la autora.  A pesar de no haber sido un trabajo fácil debido a que Lispector intentó borrar casi cualquier huella de datos en su vida y en su obra, su ahora biógrafo se siente orgulloso por haber recopilado todo lo posible sobre ella.

Dejando entrever en sus paginas casi una suerte de relación romántica con la escritora, Benjamin Moser declara haberse encontrado con ella mientras estudiaba portugués en la universidad y leyó La hora de la estrella:

“No tenía la menor idea de quién era aquella mujer y casi no conocía el idioma, pero entendí algo o, mejor dicho, entendí todo. Como si una fuerza, una electricidad, estuviera agarrándome desde aquellas páginas”.

La efusión por la persona y la obra de Lispector llegaron a un apogeo extraordinario para el estadounidense quien no vacila en calificarla como “la verdadera sucesora de Kafka” en su papel de columnista de modas en las playas de Río de Janeiro.  Con ello, se une a otros grandes admiradores de Lispector, como George Rabassa, quien resaltaba su extraordinaria belleza a la par de su genio, expresando en alguna ocasión que “se parecía a Marlene Dietrich y escribía como Virginia Woolf”.

El pasado tormentoso en que la violencia y la pobreza marcaron los primeros años de la joven Clarice, debido a que vivió entre la miseria de la Rusia zarista y la brutalidad de bolcheviquismo, además de la perdida de su madre a muy temprana edad, acentuaron en la futura autora de Lazos de familia un sentimiento de abandono y culpa que impulsaría su labor literaria.  Aún con un precedentes de este tipo, Moser descubre a una Clarice Lispector sí secreta, pero también extrovertida y muy ingeniosa.

El “enamorado” de Lispector, que actualmente trabaja en una biografía de Susan Sontang, sintetiza su magna reconstrucción de vida en frases de la misma creadora de La pasión según G.H. como “Toda historia de una persona es la historia de su fracaso” o “Escribo sin la esperanza de que nada de lo que escribo pueda cambiar nada en absoluto”.

En las 500 paginas de Por qué este mundo, tratará de descifrar el enigma de la mujer que era tan misteriosa que ni ella misma se entendía.