Donald Trump sabe muy bien por dónde presionar. Tras haber usado a los llamados dreamers para que el Congreso considere su propuesta de asignar fondos para la construcción de su famoso muro fronterizo, ahora los acaricia como si fueran mascotas preferidas de su gobierno.
Los demócratas cayeron en su jugada y decidieron aprobar la moción de seguridad. Este jueves anunciaron que tienen un principio de acuerdo para regularizar el estatus de estas 800 mil personas, de las cuales más de 600 mil son mexicanos, pero sólo por nacimiento.
Antes de abordar el avión presidencial para dirigirse a Florida, Trump afirmó que el “acuerdo estaba cerca” y, ahora, lo desligó de la construcción del argumentando que ese es otro asunto que se “vería después”.
El magnate inmobiliario, ampliamente criticado por sus fracasos para lograr consensos en el Congreso, ahora cambió su estrategia y comenzó a coquetear con los demócratas para iniciar negociaciones para tratar uno de los asuntos más importantes en materia de migración, que ellos mismos avalaban a través del programa DACA, instituido por Barack Obama.
Trump ha comenzado a acercarse a los líderes demócratas en el Senado, Chuck Schumer y Nancy Pelosi, en la Cámara de Representantes, con los que espera lograr avances en sus proyectos de seguridad fronteriza y migratoria, a cambio de apoyar la regularización de los dreamers.
En un mensaje colocado en la red del pájaro azul, el mandatario estadounidense se retractó de la eliminación del DACA al afirmar: “¿Alguien realmente quiere echar a jóvenes buenos, educados y formados que tienen trabajos, algunos sirviendo en el ejército?”, dijo. “Ellos están en nuestro país desde hace muchos años no por su culpa, traídos por sus padres a temprana edad”, agregó.
Does anybody really want to throw out good, educated and accomplished young people who have jobs, some serving in the military? Really!…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 14 de septiembre de 2017