La Ciudad de México recibirá al afamado artista alemán quien plasmará su maravilloso arte urbano tridimensional en el Monumento de la Revolución y en la Puerta Monumental de los Leones.

Edgar Mueller, artista reconocido por pintar cascadas, cavernas y paisajes utilizando las calles de las ciudades más importantes del mundo como lienzo, ha decidido está vez redescubrir el panorama de la Ciudad de México, específicamente en el Monumento a la Revolución y la llamada Puerta de los Leones en la entrada principal del Bosque de Chapultepec. Y es que desde el 12 de septiembre, el mago de los abismos tridimensionales pondrá manos a la obra en una superficie de mil metros cuadrados en la explanada del primer sitio.

 

Amor eterno será el titulo que llevará esta enorme ventana en la que podremos asomarnos a una extraordinaria ilusión de profundidad, sensaciones y texturas que Mueller concebirá mediante una técnica pictórica conocida como “anaformismo”   que consiste en engaños y juegos visuales a través de la perspectiva del espectador y demás trucos y efectos ópticos. La creación contendrá múltiples elementos naturales y culturales propios de la cultura mexicana como imágenes de Tenochtitlán, alegorías de fuego y agua, además de que simbólicamente también podrán observarse los volcanes guardianes de Anáhuac: Popocatépetl e Iztaccíhuatl.

 

En cuestiones técnicas, la obra será hecha con pintura epóxica a base de agua y se elaborará en placas de concreto de noventa por noventa centímetros con el fin de que pueda ser fácilmente trasladada a otros lugares, pues se calcula que su duración es de hasta de dos años.

Una vez terminado su trabajo en Amor eterno, Mueller comenzará su nueva tarea en Chapultepec; sin embargo, el tema que plasmará en su segundo precipicio mexicano es todavía desconocido.

Edgar Mueller nació el 10 de julio de 1968 en Mulheim/Ruhr, Alemania. Su camino en el mundo del arte empezó desde la infancia cuando admiraba las escenas cotidianas de Straelen, ciudad rural en la que creció. La primera competencia estética que ganó , lo hizo realizando una copia de el Cristo de Emmaus de Caravaggio, a los 19 años. Pese a ello, enfocó su trayectoria en el arte urbano creando sus celebres trabajos tridimensionales sobre el suelo de las ciudades a las que viajaba sobre todo en Canadá, Irlanda, Rusia y su natal país germano.

 

Desde 1998, es decir a la edad de 30 años, ha ostentado el titulo de “Maestro Madonnari” o “Maestro de la pintura urbana” que le fue otorgado en el Festival de Pintura Urbana o “The Grazie Festival”.