Sara Rosalía

Se cumplen 150 años del tomo I de El Capital; como, de hecho, los tomos II y III son de edición póstuma, este volumen, el más estudiado de Carlos Marx, se considera su obra fundamental. Esta celebración ha reunido a numerosos economistas en un seminario convocado por Gabriel Mendoza Pichardo y Patricia Pozos Rivera, ambos profesores de la Facultad de Economía de la UNAM. Lo sorprendente es que esta invitación fue respondida por 148 ponentes, vale decir académicos que provienen de la propia facultad, pero también de los diversos planteles de la Universidad Autónoma Metropolitana, de la Universidad Autónoma de Puebla, del Instituto Politécnico Nacional, del Instituto de Investigaciones Económicas, de la Universidad de la Ciudad de México, así como de universidades de Costa Rica, Brasil, los Estados Unidos o la India.

Imposible sintetizar los temas, la mayoría muy especializados, con ponencias  sobre la teoría del valor, el método dialéctico o la plusvalía. Se estudió, en otras participaciones, la presencia de Hegel en Marx o se comparó al autor de El capital con la teoría neoclásica. Se trataron igualmente temas muy concretos como el de los migrantes, la crisis actual o el neoliberalismo. Las sesiones tuvieron como sede diversos salones de la Facultad de Economía en Ciudad Universitaria y las plenarias en el Auditorio Narciso Bassols de esta Facultad.

Para dar una idea, mencionaré unas cuantas ponencias. “La importancia de la intuición y la representación en las disciplinas intelectuales desde la perspectiva del método marxista”, por Isaías Martínez García; “Cambio técnico y neoliberalismo”, por Gabriel Mendoza; “Un territorio en disputa: la productividad social del trabajo”, por Edur Velasco; “Hegel en El capital”, por Jesús Rodríguez; “La migración laboral vista desde Marx y Engels”, por Patricia Pozos. Carlos Aguirre se ocupó de la vigencia de El Capital, y sobre el mismo tema fue muy precisa la participación de Alejandro Álvarez, mientras Josefina Morales, habló sobre “La acumulación originaria siglos después”. La ponencia de María de la Luz Arriaga se tituló: “La valorización del capital, en la base de la disputa empresarial por la conducción de la educación”. Luis Arizmendi planteó, de modo enfático, y hasta dramático, la crisis que vivimos y que calificó de epocal. A una pregunta de la doctora Teresa Aguirre, quien había hablado del predominio de la financiación en la crisis actual, respondió que las salidas están en Venezuela y Bolivia, y quien esto escribe pensó lo que dice la canción “si los dejan”. De importancia que Eduardo Vega, el director de la facultad de Economía, además de apoyar la realización del seminario, haya participado con una ponencia: “Salario y política salarial en México: herencia marxista para un debate no marxista”.

Edmer Santín con un estudio de las remesas de los migrantes concluyó que lo que les queda a las familias son apenas un promedio de dos salarios mínimos, y a eso se debe la disminución de los indocumentados. Jessica López Vargas habló de las hormonas que inyectan a pollos y vacas, y de los pesticidas con que envenenan nuestras verduras. (Yo, al menos, que había programado para el fin de semana un pollo rostizado bañado en salsa de mandarina, lo suspendí hasta que se me pase el susto).

En resumen, se trataron, entre otros, los siguientes temas: la migración internacional y mexicana desde la teoría de Marx; la vigencia de la teoría valor-trabajo en el siglo XXI; Marx y la teoría neoclásica, la influencia de Hegel en Marx o su relación con Minsky; método de investigación y explicación de la violencia en Marx. Dos de los temas fundamentales fueron la vigencia del pensamiento de Marx y la crisis actual vista por el filósofo alemán.

Alumnos, profesores y académicos visitantes, llenaban con cientos de  personas las plenarias y con decenas, pues eran simultáneas, las mesas de trabajo. Por si fuera poco, Gabriel Mendoza comentó que algunos académicos extranjeros declinaron la invitación, porque en sus propios países se estaba celebrando la publicación del Tomo I de El capital. Lo que todo mundo comentaba en los pasillos, es que el marxismo no está, como algunos sostienen, ni en agonía y mucho menos muerto. Una nueva bocanada de aire fresco será la conmemoración de los 100 años de la Revolución Rusa, en noviembre, y la del movimiento estudiantil popular de 1968, que cumple medio siglo, el año que entra. Al contrario de los augurios que trajo la caída del bloque socialista, hay marxismo para rato.