Las historias se repiten, México ha vivido una vez más los fenómenos que la naturaleza le impone, por lo cual, estar preparado es una condición básica para un pueblo como el mexicano; las tragedias tienen diferentes rostros, el dolor es intenso y los daños son cuantiosos.

Si bien, estas desgracias muestran la fortaleza de un pueblo como México, por su solidaridad y su patriotismo, no por ello dejan de tener costos económicos y efectos colaterales cuantiosos.

En el evento de 1985, Consultores Internacionales S. C. calculó que el impacto económico fue de aproximadamente 5,000 millones de dólares (mdd), cifra que se comprobó años después del esfuerzo económico del país.

Hoy estamos en un hecho similar, pero desafortunadamente ampliado a otras zonas, que van hasta la frontera del sur, incluyendo los estados de Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos y Guerrero, además de la Ciudad de México, principalmente.

Si bien las metodologías pueden ser cuestionables para medir con exactitud el impacto económico que tendrán estos eventos, en una aproximación muy preliminar, de acuerdo con la magnitud de los eventos, se podría calcular que la cifra será alrededor de los 5,000 mdd, llegando a representar un porcentaje cercano a 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), que se distribuirá entre este año y el próximo. De esta forma, el crecimiento esperado del PIB para este año pasará de un estimado de 2.2 a 1.7 por ciento.

Ahora, la pregunta es ¿cómo México, con los fondos de emergencia, afrontará el problema a escala gobierno y privada? El gobierno cuenta con el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) el cual tiene recursos por 9,000 millones de pesos (aunque hay que considerar que no todo el Fonden es para la reconstrucción o exclusivo para CDMX), cifra que además se puede complementar con el bono catastrófico emitido apenas en agosto por el Banco Mundial por 360 millones de dólares (equivalentes a 6,000 millones de pesos) de los cuales 150 millones de dólares son para terremotos; no obstante, en este caso, el bono del Banco Mundial solo es válido para terremotos de magnitud mayor a 7.8 grados en la escala de Richter, lo que aplica para los estados de Oaxaca y Chiapas a raíz del evento con magnitud de 8.2 grados, más no  para los estados de CDMX, Morelos y Puebla que vivieron el sismo del pasado 19 de septiembre.

También se cuenta con las donaciones que compañías como Google, Facebook y personalidades del deporte y los espectáculos han realizado, además aún se encuentra en debate la reasignación de recursos que se consideran en la partida presupuestal para el financiamiento a los partidos políticos, donde las propuestas de los propios actores políticos van de una reducción de 20 por ciento pasando por el 50 hasta el 100 por ciento.

Como una referencia, la AMIS pagó en seguros en 1985 a precios actuales 57,000 mdp. Obviamente, lo más costoso para el país es la perdida de conciudadanos y su impacto en las familias; su ausencia es irreparable.

Sin embargo, la vida debe de seguir y el país tiene que recuperarse económica y emocionalmente; para ello, tenemos la oportunidad primero, de revisar todo lo malo que hemos hecho frente a estos eventos, que no son cisnes negros, concepto que nosotros hemos usado muchas veces dentro de los estudios de prospectiva para muchos eventos que podrían serlo, ya que los movimientos telúricos son permanentes en esta zona del mundo; es decir, vivimos en una zona sísmica, lo que conlleva a que tenemos que revisar cada vez más las medidas de protección civil y estar alertas.

Entre los aspectos a revisar, encontramos:

  • Hoy se ha visto con enojo que muchas de las irregularidades en cuanto a construcciones en la Ciudad de México se debieron a corrupciones, con una responsabilidad criminal considerando que murieron personas. Sería muy lamentable que los dirigentes políticos del país se subieran al carro de la tragedia para medrar con los recursos y los sentimientos de los mexicanos.
  • Es una buena oportunidad para reconstruir áreas, sobre todo en el sureste del país que demandan una posibilidad de crecimiento diferente.
  • Los aspectos económicos se tienen que resolver con una gran solidaridad, eficiencia y pulcritud en los manejos de recursos públicos, y hay un punto adicional, que es indispensable considerar, y éste es que brote con fuerza el amor a México y la lealtad a la patria.

Consultores Internacionales S. C. está de luto y solidario a la pena que embarga a miles de mexicanos.