México inició una ofensiva diplomática para concientizar en Estados Unidos, la importancia que tienen los jóvenes llamados “dreamers” dentro de la cultura y la economía norteamericana. Un día después de que el Congreso estadounidense aprobara la moción de Donald Trump de eliminar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), el gobierno mexicano se comprometió a defender a este grupo de migrantes mexicanos, los cuales suman más de 600 mil personas que buscan certidumbre jurídica.

Tras haber lamentado que su homólogo estadounidense cancelara el DACA, que fue instituido por Barack Obama en 2012, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que los jóvenes que regresen serán recibidos “con los brazos abiertos” y agregó que se les ofrecerá el mayor apoyo para integrarse plenamente al país.

Mientras tanto, el embajador de México en la Unión Americana, Gerónimo Gutiérrez, dio el primer paso al reunirse con la secretaria interina de Seguridad Interna de Estados Unidos, Elaine Duke, a quien explicó que el gobierno mexicano buscará promover una legislación que otorgue una condición migratoria permanente a los beneficiarios DACA.

Los dreamers que deseen regresar a México serán beneficiados con una bolsa especial de trabajo, programas de crédito, becas para que continúen sus  estudios en el país y la revalidación de materias, así como, afiliación al Seguro Popular.

En tanto, el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Carlos Sada, señaló que la situación actual tras la eliminación del DACA podría desencadenar una cacería de brujas.

“Nos preocupa, insisto, el que empiece a haber cacería de brujas el día de mañana que terminen los permisos. Han dicho las autoridades del USCIS, que es el brazo que otorga la ciudadanía en Estados Unidos, que no va a haber una acción deliberada, pero automáticamente se vuelven indocumentados, según vaya expirando su permiso”, expresó en conferencia de prensa, dijo. “Nos hubiera gustado que primero hubiera habido una legislación, es decir, que se diera protección a los muchachos indocumentados antes de concluir con este programa, ¿por qué? Porque esto genera ansiedad, genera temor ante los muchachos que están en esta situación”, apuntó.

Sólo para que lo sepan: Los llamados “dreamers” son jóvenes que ingresaron al territorio estadounidense siendo niños. Muchos de ellos, llegaron antes del 2000 y ahora tienen hijos estadounidenses, pero su condición de inmigrantes indocumentados sigue pesando sobre ellos, tras la derogación del DACA. En promedio se está hablando de personas entre 17 y 24 años, los cuales han hecho su vida bajo el estilo americano y desconocen sus raíces con México y ni siquiera hablan español. En suma, se puede decir que son más gringos que mexicanos y una fuerza laboral y cultural que podría reforzar más la identidad estadounidense que la mexicana.