Se dice que en los momentos más difíciles, como la contingencia que actualmente vive nuestro país y en especial la Ciudad de México luego del sismo del pasado día 19, es cuando se conocen las hechuras el oficio de los gobernantes y es que pese al entorno de urgencia que todavía se palpa tanto en la capital mexicana como en otras entidades del país, está más que claro que la clase política (sin generealizar porque, afortunadamente, en esta ocasión podemos mencionar honrosísimas excepciones) prácticamente ha brillado por su ausencia en estos momentos en los que la ciudadanía se ha volcado a las calles para contribuir no sólo en las labores de rescate, sino como voluntarios en centros de acopio, albergues o en la transportación de víveres hacia distintos puntos de la CDMX y la provincia.
Sin embargo, con el delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, no ha sido así, ya que apenas a unos minutos de ocurrido el terremoto de las 13:14 horas de inmediato se apersonó en los puntos donde se presentaron los daños y derrumbes más dramáticos: la Zona Rosa y las colonias Roma, Condesa, Cuauhtémoc, San Rafael entre otras, incluso en el Circuito Amsterdam, donde el zacatecano participó en las cadenas humanas que retiraron escombros en los predios donde había personas atrapadas, como si fuera uno más…
Y la realidad es que lo es…
Posteriormente, el jefe delegacional mantuvo contacto permanente con los medios de comunicación y estableció un centro de mando en la sede delegacional, que incluyó un centro de acopio, y la apertura de cinco albergues para los damnificados del sismo.
Sin embargo, el trabajo del morenista (¿a estas alturas importa si permanecerá en las filas de Morena) no se limitó a este tipo de acciones, pues gracias a su capacidad de diálogo logró el apoyo en especie de diversas empresas para que apoyaran con herramienta y vehículos para los trabajos de los rescatistas, sino que también pusieron a disposición a estructuristas, peritos y arquitectos que realizaron las evaluaciones de riesgo en los predios dañados por el sismo en Cuauhtémoc, dejando de lado siglas y colores e incluso el sectarismo que distingue a gran parte de los integrantes de su partido.
Indudablemente, mientras dure la contingencia la capacidad operativa de Monreal seguirá dando frutos y como botón de muestra el viernes 22 presentó un plan integral para la reconstrucción y recuperación de la ciudad, en una reunión en la que estuvo presente el Jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera y algunos delegados, entre ellos la de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, quien a diferencia de Monreal tardó poco más de una hora en hacer recorridos y no emitió comunicado alguna durante varias horas en medio de la tragedia del Colegio “Enrique Rébsamen” de Coapa, aduciendo que no tenía buena señal.
El sismo del pasado martes 19 podría dejar varios damnificados políticos, pero definitivamente Ricardo Monreal no será uno de ellos, pues el entendió la sensibilidad (humana y política) que se requiere manejar en este tipo de tragedias y más allá de mostrarse como un líder político enseñó su gran estatura como ciudadano común y corriente, buscando en todo momento ayudar a quienes más lo necesitan y no valiéndose de la coyuntura para impulsar sus ansias políticas inmediatistas.
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