El 30 de julio, habitantes de Morelos hicieron una marcha a la CDMX para presentar ante la Secretaría de Gobernación de la República varias demandas; entre ellas, la destitución del gobernador de Morelos, Graco Ramírez. Otra petición era que la Universidad del Estado de Morelos (UAEM) recibiera el presupuesto federal y estatal retenido por el mismo gobernador. La falta de respuesta a esta demanda ha llevado a un emplazamiento a huelga por parte de los trabajadores académicos sindicalizados (SITAUAEM). La huelga está prevista para el 5 de septiembre a las 12:00 horas. Según el líder sindical, Mario Cortés, no sólo hay adeudos sobre la nómina, sino pagos al Infonavit y de impuestos, y requiere información sobre ello. Además, el sindicato exige blindar los recursos para que éstos se dediquen exclusivamente a la nómina, y, curiosamente, piensan pedir “cero activismo de los representantes universitarios”, como si la implicación en lo político fuera algo ajeno al quehacer universitario. Y, he ahí el punto: las críticas constantes a Graco Ramírez así como la elección de la Universidad de trabajar sobre Derechos Humanos y Atención a Víctimas —a través de su antes Coordinación de Extensión Universitaria, dirigida por Javier Sicilia Zardain— que ha llevado a la Universidad a involucrarse en descubrimientos de fosas clandestinas y consecuente apoyo a los familiares, ha sido la manzana de la discordia que ha lanzado contra el rector la furia del gobernador.
Con gran tino, Álvarez Icaza apuntó en una Conferencia en la Facultad de Derecho de la misma casa de estudios que el gobernador ha “secuestrado el presupuesto”, estatal y federal, para doblegar al rector e, incluso, para que despida a Sicilia (responsable del acompañamiento y análisis de la situación social de violencia en Morelos como actividad fundamental de toda universidad). En la misma conferencia, Álvarez Icaza señalaba que si se tienen señalamientos contra las autoridades de la UAEM se debe seguir el debido proceso, no ligado con la retención indebida de los fondos, y atendiendo a la transparencia y la revisión sobre el uso de recursos, de tal manera que no se afecte a los profesores ni a los ahora ya más de cuarenta mil estudiantes que atiende esta Institución de Estudios Superiores.
El uso político del manejo de fondos divide a la Universidad, la paraliza, y la somete en su modelo de universidad pública y autónoma, así como en el proyecto que su Consejo Universitario aprobó en 2012 (Plan Institucional de Desarrollo 2012-2018). Por ello, en el comunicado oficial UAEM 20/08/2017, además de añadir la orientación y señalar los logros, la autoridad universitaria precisa el motivo de la querella actual: “Es evidente que la intención del gobierno del estado es generar, al interior de la universidad, un conflicto que únicamente favorecerá su proyecto transexenal y que nada tiene que ver con el proyecto universitario, lo cual es una muestra de la perversidad del gobernador del estado Graco Ramírez y del desprecio que tiene hacia los universitarios”.
Asumiendo el valor de la autonomía universitaria, el documento plantea la siguiente exigencia y la invitación a que la sociedad la apoye a través de una etiqueta (#GracoNoRobesALaUAEM), así como del tuiter y el fb de Graco Ramírez (Twitter: @gracoramirez; Fb: gracoramirez) para exigir “al gobernador de Morelos que entregue los recursos que pertenecen a la Universidad”.
Además, opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés, que se investigue Ayotzinapa, que trabajemos por un nuevo Constituyente, que recuperemos la autonomía alimentaria, que revisemos a fondo los sueños prometeicos del TLC.
@PatGtzOtero