Los expedientes desclasificados sobre la muerte de John F. Kennedy dirigen la investigación hacia México, pues muchos esperan que los reportes de las organizaciones estadounidenses de espionaje, en concreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), arrojen luz sobre lo que hizo o dejó de hacer Lee Harvey Oswald en su viaje a México, dos meses antes del atentado.

“Siempre he visto el viaje de Oswald a Ciudad de México como el capítulo escindido del asesinato de Kennedy”, comentó Philip Shenon, periodista y escritor, autor del libro A Cruel and Shocking Act (Un Acto Cruel e Impactante), durante una conversación con El Heraldo de México.

Por su parte, Gerald Posner, otro autor que ha escrito sobre el asesinato, opinó recientemente que los informes de la CIA podrían ser “vergonzosos” para prominentes mexicanos que pudieron haber proporcionado información a esa y otras agencias estadounidenses en los días previos y posteriores al asesinato.

La idea de que documentos secretos del gobierno estadounidense a ser publicados puedan arrojar luz sobre lo que sabían o lo que hicieron tanto el gobierno mexicano como la CIA y otras organizaciones de espionaje, están en el centro de las especulaciones y quizá de ansiedad de historiadores y teóricos de la conspiración.

Por orden del presidente Donald Trump, el gobierno de Estados Unidos desclasificó este jueves por la noche 2 mil 800 documentos secretos sobre el asesinato del expresidente John F. Kennedy, provocando con ello un aumento en las dudas y teorías de conspiración de lo ocurrido el 22 de noviembre de 1963.

Se levanta el velo

“Hoy ordené que finalmente se levante el velo”, indicó el presidente Trump en el memorando que envió el jueves la Casa Blanca a todas las agencias federales de inteligencia para la desclasificación de los miles de documentos.

La desclasificación de los documentos no obedece totalmente a una orden de Trump. El mandatario lo que hizo fue pedir que se cumpliera la legislación aprobada por el Congreso federal estadounidense, y que promulgó como ley el expresidente George H.W. Bush, el 26 de octubre de 1992.

Según estimaciones, basadas en los índices del material que saldrá a la luz, serán unas 113 mil páginas de documentos. Un tercio de ellos sonde la CIA, otro tercio del FBI y el resto de diversos organismos gubernamentales -los Departamentos de Justicia y de Estado, o la Hacienda, por ejemplo- y de comisiones  de investigación del Congreso. Se espera que haya muchos duplicados y mucha información tangencial que no aporte nada al caso. Hay memorándums, informaciones,  telegramas, cartas, cintas de audio y fotografías. Entre las palabras que más aparecen en el índice están “Jack Ruby”, “Rusia” o “Cuba”.

La mayoría de los expertos que conoce al dedillo la información publicada hasta ahora sobre JFK coinciden en  que el nuevo material no traerá “bombas” sobre el magnicidio. Lo que sí se espera es que ofrezca nuevos detalles sobre Oswald y algunos podrían alimentar nuevas teorías. Por ejemplo, información fresca sobre sus actividades en México meses antes del atentado. La CIA le tenía bajo vigilancia entonces, después de que hubiera pasado por la Unión Soviética. Quizá se sepa más de por qué la inteligencia estadounidense no tenia controlado a un empleado de un edificio por  el que pasaba la comitiva presidencial. Sí parece que habrá muchos detalles sobre la guerra sucia de la CIA, sus intentos para derrocar al Gobierno de Casto en Cuba, su participación en el golpe de estado de Vietnam del Sur de 1963 o relaciones embarazosas con autoridades de México.

Para consultarlos

En la página web de los Archivos Nacionales dedicada a JFK (www.archives.gov/research/jfk a partir del 26 de octubre.  Todavía es una incógnita cuánto material estará disponible y en qué momento. La última vez que se desclasificaron documentos –el pasado julio, y una cantidad mucho menor- los servidores se bloquearon y no hubo acceso durante días. El tamaño del material que saldrá ahora a la luz y el interés que ha despertado podrían suponer un gran problema logístico.

(Con información de El Heraldo de México, Proceso y del portal digital de ABC Internacional)