Un deprimido y angustiado Ricardo Anaya decidió designar como su representante, ante el difuso Frente Amplio Democrático, al connotado abogado Diego Fernández de Cevallos, de quien se saben muchas cosas, pero sobre todo que es un viejo y cercano amigo de Carlos Salinas de Gortari y un enemigo jurado de antaño del expresidente Felipe Calderón y del exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
Recordemos que este último, cuando era gobernador de Puebla, instaló en el poder tras el trono a Luis Maldonado como su secretario de Gobernación, quien a su vez es prestanombres de Esteban Moctezuma en varios de sus negocios.
En cierto momento, Maldonado se afilió al PRD, creando así una alianza entre el PAN y el PRD. La realidad es que Moreno Valle ya tiene cierta experiencia realizando alianzas entre partidos con la finalidad de cumplir sus objetivos, recordemos su pasado priista y su llegada al poder siendo panista.
Ante la probable disolución del famoso Frente Amplio, el futuro de Ricardo Anaya se ha ensombrecido por un sinnúmero de acusaciones en su contra, tales como: tráfico de influencias, corrupción, enriquecimiento inexplicable, entre otros.
El problema es que Ricardo Anaya jugó sus cartas cegado ante su ambición personal y dejó de lado la parte política.
En lo político, Rafael Moreno Valle y Margarita Zavala saben y aseguran a gritos que, si el candidato no es Ricardo Anaya, tiene que ser por fuerza, un panista, y es precisamente en eso en lo que no están de acuerdo los perredistas Alejandra Barrales, Jesús Ortega, Amalia García y Héctor Serrano que fueron los que llegaron al acuerdo de crear el frente junto con Ricardo Anaya y Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano.
Lo que implica que los perredistas, Movimiento Ciudadano (y se habla también del PES, quien ya pidió su incorporación al frente), podrían proponer que, si no es Anaya, podría ser un candidato ciudadano, lo que favorece al actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
En este sentido tenemos que Silvano Aureoles, gobernador de Michoacan, ya alzó la voz, si no es perredista y no es panista, podría ser ciudadano, qué embrollo, como dice el periodista Jorge Fernandez, el Frente se topó con la realidad, un embrollo de ambiciones personales, por ello precisamente nació para morir.
Quienes ya se han descartado de forma anticipada para ser candidatos ciudadanos son José Woldenberg, Juan Ramón de la Fuente y Patricia Mercado.
Estamos ante el escenario de que el Frente no se concrete, lo que pulverizaría los grupos hasta ahora conformados, y en las boletas presidenciales de 2018, en lugar de tres nombres aparezcan hasta siete aspirantes a la Presidencia de la República.
En esa muy posible realidad, aparecerían por Morena, Andrés Manuel López Obrador; Mancera Espinosa o José Woldenberg como “candidatos ciudadanos” por el PRD; Meade, Nuño o De la Madrid por el PRI; y de la guerra sin cuartel del PAN, quien sobreviva, es decir Margarita Zavala, Anaya o Moreno Valle.
Por su parte es muy probable que Movimiento Ciudadano se afilie al PAN, el Verde al PRI y el Partido del Trabajo a Morena.
Como independientes podemos ver a Pedro Ferriz de Con, a Jaime Rodríguez, el Bronco, o al jaguar Armando Ríos Piter.
Lo que pintaba para ser una elección de tres en 2018, se ha convertido en una visión apocalíptica para el elector que tendrá que escoger entre cuando menos siete opciones.
¡En toda la madre!
En lo que se refiere a la Ciudad de México, varias voces señalan que Santiago Creel podría ser el candidato del Frente, aunque recordemos su lamentable derrota en 2000, cuando AMLO lo derrotó estrepitosamente, ya que el panista obtuvo apenas 10,000 votos.